El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, relanzó su campaña, pero aún no convence a aliados de ser el mejor perfil y el rival, Donald Trump, aprovecha el escenario al cuestionar airadamente la “incapacidad” y problemas cognitivos de éste.
Declarar que le puede ganar al magnate no fue suficiente y 24 horas después de refrendar su postulación para un segundo mandato enfrenta más retos. Medios en EU reportaron que un tercer congresista demócrata su sumó al clamor para pedir el retiro del ejecutivo federal de esta campaña, mientras que aliados creen que su estrategia de eventos controlados bajo guion no son la vía para recuperar la confianza, ya que sigue sin mostrar “agudeza mental”, lo que aumenta las dudas sobre si el político de 81 años podría con otra gestión.
Crítica que ya le cuesta en lo económico. La heredera de Disney, Abigail Disney, metió presión para que el líder liberal abandone la contienda al suspender su apoyo a casi cuatro meses de la revancha en las urnas; la nieta del confundador de ese imperio dijo a CNBC que no habrá más contribuciones hasta que haya un relevo al apuntar a la vicepresidenta Kamala Harris como la alternativa.
Con lo que la candidatura de Biden se tambalea cada vez más. Y es que, pese a sus esfuerzos, solo se pone el pie, pues admitió que necesita descanso y que se sometió a una revisión médica tras el cara a cara con Trump, cuyo resultado, dijo, fue que goza de buena salud.
Al respecto, el diario The Washington Post reveló que en su reunión con mandatarios demócratas el líder reconoció que debe dormir ocho horas, luego de justificar que lució débil en el primer debate por el jetlag y un resfriado, ante lo que el gobernador de Hawái y médico de profesión, Josh Green, lo cuestionó sobre su condición física y mental. El presidente intentó bromear, pero sin borrar las dudas sobre sus momentos titubeantes, que se ve confundido y arrastra palabras o no concluye sus ideas.
También dijo que limitará sus actividades nocturnas al sugerir a su campaña evitar eventos después de las 20:00 horas, lo que en vez de ayudarlo reafirmó el cansancio del político que llegó al poder con más edad.
Esa situación fue rápidamente aprovechada por Donald Trump, quien arremetió contra su rival y alardeó que ya lo dejó fuera de la contienda, lo que desmintió la Casa Blanca.
Según un video filtrado en redes sociales el republicano a bordo de un carrito de golf se ufanó del revés a su oponente al sostener “saqué de la contienda” al presidente tras el debate y reiterar que éste tiene un problema “cognitivo”, debilitando la estrategia al ejemplificar cómo sería un diálogo de ése con sus homólogos como Vladimir Putin, de Rusia, y Xi Jinping, de China.
Incluso, a través de su cuenta de Truth Social se burló de las excusas del demócrata ante las críticas, a quien se le vio celebrando el Día de la Independencia junto a Kamala Harris en la Casa Blanca.
Ante el escenario hipotético, el magnate ya se lanza contra la vicepresidenta a quien ve como “nuestra potencial nueva contrincante”, luego de que se sugiriera que es la mejor opción para sustituir a Biden, según las encuestas, mismas que la colocan a la par del republicano con una diferencia de apenas un punto porcentual, según un sondeo de Reuters.