Con casi tres veces más escaños, el Partido Laborista arrebató el control de Reino Unido a la fuerza conservadora de Rishi Sunak que llevaba 14 años en el poder.
De manera arrasadora, como anticipaban las encuestas, los de centroizquierda superaron a los tories para que el opositor Keir Starmer se convierta en el nuevo primer ministro.
Según analistas el gobierno no pudo hacer frente a la crisis económica y desconfianza, tras críticas del pueblo, y sin oposición entregó el control a los laboristas que tendrán mayoría abrumadora al quedarse con 400 escaños de 650 en juego.
El resultado al cierre de esta edición refleja el duro golpe a la corta gestión del primer líder de origen migrante, pues perdieron más de la mitad de lugares que tenían antes de que Sunak disolviera el Congreso para llamar a comicios.
Con ello, se pone fin al primer gobierno bajo el reinado de Carlos III y que apenas rebasó el año y medio en medio de la recuperación tras la pandemia de Covid-19.
Tras los resultados, Starmer destacó desde Londres el resultado histórico que consiguieron gracias a la población que aceptó el cambio que promovían.
En tanto, el aún premier británico reconoció la derrota al calificarla de “veredicto aleccionador” en su primer mensaje mientras sigue el recuento, pero recordó que deben velar por el país, pues darle la mayoría a los laboristas anticipa una conducta sin frenos, pero aseveró que la transición será pacífica.