Pese a la destrucción de casas, edificios y cultivos por el impacto del huracán Beryl, que en la mañana se degradó a categoría 2, Jamaica dijo que el pueblo tiene la fortaleza para superar el golpe que dejó dos muertos, con lo que asciende a 11 la cifra letal en el Caribe.
Mientras autoridades evalúan la magnitud del golpe con un nivel que no se veía en casi una década, el primer ministro, Andrew Holness, resaltó “la tormenta pasará y nos recuperaremos”, luego de una reunión con el Consejo de Ministros, en la que anunció recorridos por zonas azotadas.
En un pronunciamiento oficial advirtió que seguirán las condiciones adversas, luego de confirmar dos decesos tras encontrar muerta a una mujer cuya casa fue aplastada por un árbol y se recuperara un cuerpo en la playa, según medios locales.
Pero Beryl ya se aleja tras dejar 400 mil hogares sin electricidad y obligar a dos mil ciudadanos a alojarse en 165 refugios habilitados por la emergencia y el gobierno enfatizó que siguen las alertas, pues aún hay vientos y lluvias, mismas que persistirán hasta el fin de semana. Además, se acortó el toque de queda, que estará vigente de las 18:00 a las 06:00 horas del día siguiente.
En tanto, el Servicio Meteorológico local puntualizó que este fenómeno no tocó tierra, al quedarse a 70 kilómetros de la costa y sólo bordear la orilla, según Reuters, lo que disminuyó el nivel del golpe, ante lo que el premier admitió que “escaparon de lo peor”.
Pero de acuerdo con informes locales la recuperación ante este paso arrollador tardará más que la semana declarada de emergencia, mientras trabajadores realizan labores a marchas forzadas para restablecer el servicio eléctrico y otros retiran árboles, semáforos y cableado eléctrico tendido en carreteras y avenidas para avanzar y retomar actividades lo antes posible, aunque siguen paralizados algunos vuelos ante el riesgo de hacer viajes bajo estas condiciones.
El mandatario fue testigo del daño de primera mano al sobrevolar la isla y hacer un recorrido a pie junto a miembros del gabinete por zonas afectadas y hasta se detuvo en una parroquia que casi no resiste el embate de Beryl, según videos compartidos por él.
A la par de esta información, medios y habitantes compartieron imágenes para exponer ese duro golpe, pues algunos afectados relataron a medios que hubo comunidades que prácticamente desaparecieron.
Y tomas aéreas confirmaron ese nivel de destrucción con costas que lucían techos desprendidos, viviendas que perdieron parte de su segundo nivel o sólo cimientos donde antes había hogares, mientras que regadas por las calles quedaron maderas, puertas y ventanas a causa de los fuertes vientos y el agua que alcanzó a las casas a orillas del mar.
También resalta un video viral en el que una mujer se aferró a las láminas del techo para evitar que el viento que asoló la zona lo desprendiera y ante las escenas críticas, el gobierno agiliza la ayuda y labores de limpieza, pues no descartan más víctimas.
En tanto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) precisó que el fenómeno se alejó de Jamaica y las Islas Caimán, pero sus efectos aún alcanzan la zona, pues hasta el cierre de ayer seguía con rachas de 175 kilómetros por hora y aunque se esperaba que en su ruta perdiera fuerza por la noche escaló nuevamente a categoría 3.
En su camino al golfo de México el huracán se ubica a 300 kilómetros de la zona turística de ese país, lo que anticipa que los efectos comenzarían ayer y durante la madrugada podría emerger sobre el suroeste; pero ésta no es la única zona bajo vigilancia, pues siguen las alertas en Texas, al sur de EU, ante la cercanía del ciclón que incluso debilitado podría causar afectaciones menores.