Víctimas y residentes israelíes demandaron renuncias militares por las evidentes fallas que abrieron la puerta a la masacre de Hamas el pasado 7 de octubre.
Según una investigación exhaustiva, liderada por el mayor retirado Mickey Edelstein, los soldados en el kibutz de Be’eri, la zona más golpeada por el enemigo, respondieron de manera errática, ante lo que el vocero de las Fuerzas de Defensa (FDI), Daniel Hagari, ofreció una disculpa. Admitió que fracasaron en la misión de protegerlos y los valientes vecinos se enfrentaron solos a una terrible amenaza terrorista que dejó un saldo de 101 muertos y 32 rehenes en dicha zona.
Con la primera de muchas indagatorias, el ejército busca recuperar la confianza al detallar que estos hechos permitirán aprender de la tragedia sucedida y mejorar la protección en un intento de recuperar la confianza en las FDI, pues se reveló que entre el caos los militares atacaron una casa donde combatientes islámicos mantenían a 14 rehenes, acto en el que murieron 13 de ellos.
Por ello, los afectados tacharon la disculpa de insuficiente al recordar que decenas de secuestrados siguen atrapados en la Franja y sobrevivientes llevan nueve meses desplazados en un hotel cerca del mar Muerto, pues su vecindario fue asolado por los yihadistas.
De acuerdo con declaraciones al Canal 12 los afectados se lanzaron fuerte contra el ejército al exigir dimisiones tras denunciar la irresponsabilidad de exponer y fracturar a cientos de familias, pues se perdieron vidas y varios fueron llevados a la fuerza en el kibutz más golpeado, porque no se anticipó la ofensiva terrorista, pese a supuestas advertencias.
Y ante los reclamos se ordenó profundizar la investigación para determinar quiénes cometieron errores, lo que apuntaría a mandos como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a quien las víctimas exigen un acuerdo para recuperar a los 120 cautivos que siguen en Gaza.
Al respecto, Ilana Gritzewsky, la mexicana que estuvo 55 días secuestrada, urgió al premier garantizar una tregua para el retorno de los cautivos, entre ellos su pareja Matan Zangauker. En entrevista con un medio israelí dijo que como víctima que conoce “el infierno de los túneles de Hamas” alzará más la voz al cuestionar al poder en Tel Aviv si hay algo más importante que los rehenes y reprochar que se hiciera del caso un asunto político.