Pese a sus diferencias, el presidente estadounidense, Joe Biden, y su rival republicano, Donald Trump, llamaron a la unidad para reducir el clima de tensión en el país de cara a la revancha electoral tras el intento de homicidio contra el magnate.
Como un día antes, el líder demócrata reiteró que en la potencia “no hay lugar para este tipo de violencia” en un intento por “enfriar” la situación tras el acercamiento con su rival político en una llamada telefónica para ejemplificar que se pueden dejar atrás los ataques verbales.
En Estados Unidos “resolvemos nuestras diferencias en las urnas, no con balas”, sostuvo el político de 81 años en su primer mensaje desde el Despacho Oval este año —apenas el tercero desde que llegó a la Casa Blanca— y advirtió que sin importar sus diferencias y sus fuertes convicciones un choque político no puede ni debe escalar a actos de violencia.
Como máximo líder de la potencia en un mensaje de menos de 10 minutos llamó a la población y a políticos a dar un paso atrás ante los disparos que pusieron en riesgo a su contendiente en un mitin en Pensilvania al insistir que es necesario “bajar la temperatura”.
Su objetivo es romper con el clima de polarización y extremismo en la contienda en la que él busca la reelección y evitar que la violencia del pasado 13 de julio se normalice, pues ésta, recapituló, “nunca será la respuesta”, sin excepciones. Y ante un panorama en el que hay mucho en juego, pues no sólo se disputa la presidencia, sino las mayorías de la Cámara de Representantes y el Senado, demandó una investigación independiente para esclarecer si hubo fallas del Servicio Secreto, cuyas conclusiones se harán públicas.
Incluso, Joe Biden rememoró tras la agresión armada en la que Donald Trump resultó herido en la oreja derecha que en los últimos años se han registrado otros ataques de gran magnitud contra políticos como la insurrección del 6 de enero del 2021 —de la que demócratas responsabilizan al conservador por desconocer el resultado electoral— y uno con martillo contra Paul Pelosi, esposo de la entonces líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, entre otras.
Sin embargo, evitó mencionar al detenido, un joven de 20 años identificado como Thomas Matthew Crooks y quien disparó hasta en ocho ocasiones, o revelar detalles sobre la investigación a cargo del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) al pedir que se deje trabajar a la agencia horas después de solicitar ahondar en la investigación para esclarecer los hechos durante un evento abierto y en el que el presunto agresor fue abatido después de evadir las medidas de seguridad, aunque las autoridades alegan que éste se encontraba en un techo fuera del perímetro marcado por el Servicio Secreto, equipo que lo protege desde que llegó al poder en 2016 y se mantiene con él y su familia, sector que de inmediato arropó al republicano, como sus hijos y su esposa, Melania, quien pese a que no lo acompaña a sus eventos se pronunció en torno al ataque perpetrado por un “monstruo” que intentó aniquilar a su esposo y sus aspiraciones.
El ejecutivo federal recordó que la contienda no se frena al reconocer a horas del inicio de la Convención Nacional Republicana que arranca hoy en Wisconsin que sus oponentes lo atacarán. Dijo que éstos criticarán su visión de la potencia y hasta su labor en casi cuatro años, pero apuntó que está listo para mantener la confrontación en el terreno político al recordar que es válido debatir y contrastar ideas sin llegar a la violencia, momento en que exhortó al pueblo de EU a cumplir con la meta más elusiva: la unidad, y no dar poder a criminales, como quien disparó contra una multitud en un mitin político.
Llamado de unión que respaldó Trump al señalar que deben seguir la misma ruta y ser resilientes tras publicar en Truth Social un breve mensaje: “EU unido”.
Y abundó que el trágico incidente no cambiará sus acciones al desafiar a sus detractores. Pese a que pensó en retrasar dos días su participación en la reunión en la que será oficializado como candidato republicano, ayer partió rumbo a Wisconsin, donde aterrizó por la noche en compañía de su equipo y el Servicio Secreto.
A través de su plataforma advirtió que no permitirá “que un ‘tirador’ o asesino potencial me obligue a cambiar mi agenda”, en un claro mensaje que evidencia no teme a esos actos tras resaltar que “sólo Dios” evitó lo peor y agradeció la rápida respuesta de la seguridad tras reiterar que al escuchar un zumbido, en referencia a la bala, sabía que algo andaba mal, momento en que el Servicio Secreto se abalanzó sobre él para protegerlo de los tiros y sacarlo lo antes posible de la zona.
Mientras que su equipo de campaña admitió que está de buen ánimo, de acuerdo con medios locales y Fox News, su cadena aliada, que dijo que éste elogió la conducta de su rival, Joe Biden, por una llamada en la que sostuvieron una “buena conversación” y por separado, el fiscal Merrick Garland reprochó el ataque contra Trump, pues es contra la democracia.
Además, tanto Biden como Trump externaron sus condolencias a la familia del bombero Corey Comperatore, quien falleció como un “héroe”, según declaraciones del gobernador, Josh Shapiro.
El funcionario, la familia y testigos relataron que éste no dudó en arrojarse sobre su familia para protegerla de la amenaza de un tirador activo a pocos minutos de que comenzara el discurso de Donald Trump. En esas acciones otros dos asistentes fueron alcanzados por las balas, quienes fueron identificados como David Dutch y James Copenhaver, de 57 y 74 años respectivamente, de acuerdo con medios de la nación.
Republicanos lanzan culpas
Aliados del magnate Donald Trump culparon al gobierno, críticos y burocracia por el atentado que pudo terminar con su vida y ya buscan medidas de seguridad.
Ignorando los llamados de Trump y del presidente Joe Biden, escalaron la confrontación al recriminar las fallas para proteger a quien oficializarán como su candidato en la Convención Republicana que arranca hoy en el estadio de los Bucks de Milwaukee.
El gobernador de Florida y exaspirante a la nominación, Ron DeSantis, sostuvo que la tragedia mostró un “fracaso burocrático”, según un mensaje en X, y se lanzó contra el poder al sostener que investigar no implica la rendición de cuentas de los encargados de la seguridad. Por separado, su homólogo de Wisconsin, Tony Evers, llamó a reconsiderar extender la zona sin portar armas.
Y ante el temor de otra agresión el partido solicitó por su cuenta elevar la seguridad del exjefe de Estado ante un evento al que asistirán 50 mil invitados, entre ellos gobernadores y legisladores, por lo que que California ya envió agentes. No obstante, se dijo que el Servicio Secreto descartó ampliar el perímetro.
En respuesta, demócratas recriminaron la retórica de rivales, pero se reveló que al interior del partido hubo también choques.