Las repetidas declaraciones del presidente venezolano Nicolás Maduro sobre un presunto “baño de sangre” tras las elecciones, en caso de que el régimen pierda, levantan alertas en América Latina.
Su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, alzó la voz ante la cuestionada postura del chavista, pues admitió que preocupa y asusta el mensaje que éste envía, pues ello suena a intimidación y amenaza contra la oposición para prepararse ante un escenario violento en la cita electoral del próximo 28 de julio.
Y destaca que previo al cierre de campañas, Nicolás Maduro recalcó que podría haber una “guerra civil”, que atribuyó a fascistas si desconocen un posible triunfo de Nicolás Maduro, quien va por la reelección, o que el pueblo tome acción en caso de que la oposición gane, sector que resiste en medio de duras condiciones represivas.
Por ello, el mandatario brasileño instó a su aliado de izquierda a garantizar un acto pacífico y respetar el resultado y los comicios como exigen disidentes y líderes mundiales, pues su conducta va en contra de los Acuerdo de Barbados, que él mismo firmó.
Incluso, en un tono más duro, Lula da Silva aseveró que al heredero de Hugo Chávez le falta aprender de las derrotas al sugerir que ese escenario sería beneficioso para Caracas con la oportunidad de volver a la normalidad y agregó: “Quien pierde una elección recibe un baño de realidad, no un baño de sangre”. Mensaje que resalta de alguien que limpió su nombre tras ser encerrado por presunta corrupción y volvió al poder en su nación, y que también pareció una crítica a la oposición en su nación a más de año y medio del intento de ultraderechista de tomar el poder por la fuerza.
Me asustaron los comentarios de (Nicolás) Maduro de que Venezuela podría enfrentar un baño de sangre si pierde (…) Necesita aprender que cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vasLuiz Inácio Lula da Silva, Presidente de Brasil
Lula da Silva adelantó que para asegurarse de que la elección se lleva a cabo de manera normal enviará a su asesor de política exterior, el diplomático Celso Amorim, para sumarse a la observación electoral ante un proceso que podría impactar a la región, pues existe la posibilidad de que el país de izquierda vire hacia la derecha; giros políticos que ya ha vivido el continente, como en Colombia, donde Gustavo Petro logró el primer gobierno izquierdista en ese territorio en 2022 tras la gestión de Iván Duque, con quien Maduro tuvo roces que llevaron a cerrar la frontera que comparten.
En tanto, el aspirante de oposición, Edmundo González, aplaudió la postura de Luiz Inácio Lula da Silva, pues ello demuestra que los ojos del mundo continúan sobre la nación ante la cita programada dentro de seis días.
“El mundo nos observa y acompaña”, destacó en su cuenta de X por las palabras del brasileño en medio de bloqueos del régimen a la oposición y misiones extranjeras que buscan seguir de cerca esta jornada, lo que recuerda que asumió la candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) luego de que el chavismo excluyera a la líder, María Corina Machado, quien sigue en campaña para asegurar el triunfo de la disidencia y echar a Maduro tras una década en el poder.