El régimen venezolano expulsó a representantes de siete países latinoamericanos al denunciar actos "injerencistas" al desconocer los resultados electorales en los que Nicolás Maduro consiguió su tercer mandato consecutivo.
Al advertir que no permitirá presiones de “subordinados” de Washington, Caracas confirmó el retiro inmediato de todo el personal de las misiones de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
Venezuela justificó su postura al exhibir que esos gobiernos tratan de imponer un “nefasto precedente que atenta contra nuestra soberanía nacional”, al tiempo que exhortó a éstos a acelerar la salida de sus enviados, de acuerdo con un comunicado difundido por el canciller Yvan Gil.
Dicha medida responde a las críticas de gobiernos que adelantaron que no reconocerán un resultado hasta que no se transparente el proceso y las actas que verifiquen la presunta victoria que Venezuela tardó en dar a conocer al denunciar un supuesto hackeo, mientras que la oposición insiste que su candidato, Edmundo González, es el único ganador de una jornada histórica.
Y destaca que varias de éstas naciones son las que convocaron de manera urgente una reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para responder a lo que consideran un fraude y golpe democrático.
Además, horas antes, al desconocer el resultado chavista que atenta contra la oposición y el pueblo venezolano, el presidente panameño, José Raúl Mulino, rompió lazos con la nación sudamericana tras sentenciar que el supuesto triunfo “no merece reconocimiento diplomática”, pues contraria a lo que esperaban, que era el respeto de la voluntad ciudadana, se intenta ampliar el gobierno de Maduro Moros, quien llegó al poder en 2013 tras la muerte de su mentor el exlíder Hugo Chávez.
¿Qué dijeron los presidentes de los países expulsados?
Minutos antes de que se anunciaran los resultados de las elecciones en Venezuela, el presidente de Argentina, Javier Milei, escribió en su cuenta de X que su país no reconocería un “fraude” y que el mundo aguardaba a que se reconociera “la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”.
En el mismo sentido se expresó el mandatario chileno, Gabriel Boric, quien también escribió en X que su país no reconocería “ningún resultado que no sea verificable. Reiteró también el pedido que realizó horas antes de la salida de los resultados, cuando exigió “total transparencia” de las actas y el proceso electoral.
Por su parte, la Presidencia de Costa Rica repudió la reelección de Nicolás Maduro en la jornada electoral del pasado domingo, la cual consideró "fraudulenta".
"Trabajaremos con los gobierno democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad sagrada del pueblo venezolano", manifestó el gobierno costarricense mediante un comunicado.
En tanto, la Cancillería de Perú condenó las "irregularidades presentadas en el desarrollo de la jornada electoral en Venezuela", y acusó a las autoridades de la nación sudamericana de "consolidar" un "fraude".
"El Perú y otros países de la región se encuentran coordinando acciones conjuntas para que se respete la voluntad expresada por el pueblo venezolano en las urnas", informó la cancillería.
Finalmente, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, dijo que se encontraba "preocupado" preocupación por el proceso electoral en Venezuela, "pues la transparencia debe ser la base de su legitimidad". En ese sentido, afirmó que "las reglas electorales no se pueden aplicar a discreción. Un recuento de las actas con verificación internacional es indispensable para reconocer el resultado.
cehr