El líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, condenó la representación del cuadro “La última cena" durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 del pasado 26 de julio.
Por medio de redes sociales Jamenei expresó: "Las religiones divinas, incluido Cristo, merecen a nuestro juicio ser respetadas”, declaración que desató una gran polémica, por lo que la organizadora de las Olimpiadas tuvo que ofrecer disculpas por el incidente.
La ceremonia de este evento recibió críticas por una escena de banquete en la que un actor que interpretaba al dios griego Dionisio ocupó el centro del escenario en una mesa vestido de drag Queen, en una reinterpretación de la pintura "La última cena" de Leonardo da Vinci, que representa la última comida de Jesús con sus apóstoles antes de la crucifixión.
La polémica llegó a tal punto que Anne Descamps, la organizadora de París, se disculpó el fin de semana por cualquier ofensa causada por esas representaciones religiosas durante la ceremonia de apertura y que se transmitió a millones de personas en el mundo, pues hasta la Iglesia católica de la nación anfitriona tachó lo ocurrido de "burla y mofa" hacia el cristianismo.
Además, Alí Jamenei subrayó que el respeto a figuras religiosas como Cristo es algo "incuestionable" para los musulmanes y enfatizó la importancia de mantener un respeto mutuo entre las diferentes religiones del mundo.
Lo que resalta bajo un escenario en el que decenas de personas son atacadas en diferentes países por su religión, en ocasiones en relación a los conflictos bélicos, a pesar de que sean ajenos a éstos, como la guerra en Gaza en Medio Oriente, en la que justamente Irán prometió tomar venganza luego de que el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado presuntamente por Israel en su territorio.
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