El secretario de Defensa de los Estados Unidos Lloyd Austin revocó los acuerdos de culpabilidad alcanzados con tres de los acusados de planear los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, incluido el señalado por ser la mente maestra, Khalid Sheikh Mohammed, con lo cual evitaban la pena de muerte a cambio de declararse culpables.
El viernes por la noche, en un memorando inesperado, Austin afirmó que la responsabilidad de una decisión tan significativa “debería recaer en mí”. De este modo, retiró la autoridad de Susan Escallier en las comisiones militares, quien había aprobado los acuerdos, y la reservó para sí mismo.
Los acuerdos preveían que los tres hombres evitarían la pena de muerte al declararse culpables de todos los cargos, incluyendo conspiración y asesinato de las 2 mil 976 personas mencionadas en la acusación.
La noticia del acuerdo había generado reacciones mixtas. Mientras que algunos familiares de las víctimas del 11-S y ciertos funcionarios celebraron los acuerdos como una forma práctica de resolver el caso, otros, incluyendo a varios miembros del Congreso, los condenaron por ser demasiado indulgentes con los terroristas.
Esta revocación ha devuelto el caso a un estado de estancamiento legal, que ya lleva más de dos décadas.
Elizabeth Miller, quien perdió a su padre en los ataques y apoyaba los acuerdos, expresó su frustración: "Me siento entumecida. Tenía esperanzas de que esto finalmente terminara, y estoy decepcionada con el gobierno de EU".
Por otro lado, Brett Eagleson, presidente de 9/11 Justice, una organización que representa a sobrevivientes y familiares de víctimas, dijo que los acuerdos de culpabilidad negaban al público y a las familias su día en la corte y justicia verdadera.
El senador demócrata Richard Blumenthal de Connecticut, que ha representado a familias de víctimas, criticó el acuerdo inicial y pidió una explicación del gobierno. De manera similar, el senador republicano Lindsey Graham advirtió que el acuerdo enviaba una señal peligrosa en un momento de alta amenaza terrorista.
Desde 2008, Mohammed enfrenta múltiples cargos, incluyendo conspiración, asesinato en violación de las leyes de guerra, y terrorismo. Sin embargo, el juicio militar se ha retrasado repetidamente debido a complicaciones legales, especialmente en torno a la admisibilidad de pruebas obtenidas mediante tortura.
El proceso ha sido un desafío continuo para las administraciones de EU, comenzando con la decisión del entonces Fiscal General Eric Holder en 2009 de juzgar a los acusados en un tribunal civil en Manhattan, lo que desató una reacción negativa que culminó en el regreso del caso a las comisiones militares.
Con información de BBC y agencias.
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