El Vaticano señaló este sábado que “deplora la ofensa” causada a los cristianos por la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, una escena que evocó “La Última Cena” de Leonardo da Vinci y contó con drag queens.
Una semana después de que estallara una tormenta de críticas en torno al evento, la Santa Sede emitió un comunicado en francés en el que decía que estaba “entristecida por ciertas escenas en la ceremonia de apertura” y se unía a aquellos que se habían sentido ofendidos.
“En un evento prestigioso donde el mundo entero se reúne para compartir valores comunes, no debería haber alusiones ridículas a la religión”, afirmó.
Para los críticos, la escena durante la ceremonia del 26 de julio evocaba a Jesús y sus apóstoles en la famosa pintura de Da Vinci. Presentaba a la DJ y productora Barbara Butch, un ícono LGBTQ+, con un tocado plateado que parecía un halo y estaba flanqueada por artistas drag y bailarines. Los obispos católicos de Francia dijeron que era una burla al cristianismo.
El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, ha negado en repetidas ocasiones que se haya inspirado en la “Última Cena”, afirmando que la escena pretendía celebrar la diversidad y rendir homenaje a los festejos y la gastronomía francesa. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París pidieron disculpas a cualquiera que se sintiera ofendido por la escena.
El portavoz del Vaticano no respondió inmediatamente cuando se le preguntó por qué la Santa Sede respondía recién ahora, una semana después del evento y después de que líderes católicos de todo el mundo habían expresado su indignación por la escena.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
FBPT