Venezuela emite fallo “inobjetable”

TSJ ratifica triunfo electoral de Nicolás Maduro y aviva repudio

Edmundo González y María Corina Machado critican al régimen por cerrar la puerta a la transición que ya votó el pueblo y exige el mundo; Boric y Lacalle respaldan a la oposición

El presidente Nicolás Maduro.
El presidente Nicolás Maduro. Foto: AP

Aún sin transparentar actas y a 25 días de la elección, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ratificó el cuestionado triunfo del presidente Nicolás Maduro, acto que rechazaron la oposición y líderes de América Latina.

En una revisión que prácticamente se convirtió en trámite, la presidenta del órgano controlado por el régimen, Caryslia Rodríguez, aseveró que tras el peritaje del material proporcionado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) se corroboró el escrutinio que dio por ganador a Maduro para un tercer mandato (2025-2031) la madrugada después de los comicios.

La funcionaria sostuvo que se certificó que el 28 de julio se cumplieron “los más elevados estándares técnicos y jurídicos”, al refutar alegatos de críticos y gobiernos y organizaciones mundiales que desconocen la reelección de Maduro por múltiples irregularidades y la insistencia a no divulgar pruebas, pues la oposición la contradijo con actas en mano.

Y es que sus críticos reiteraron que Edmundo González ganó con 67 por ciento del voto, según lo publicado en la página web resultadosconvzla.com.

Así el régimen da otro golpe a sus críticos y cierra la puerta a la transición, pese a que el pueblo votó por sacar al chavismo que se aferra tras 25 años en el poder, al tiempo que el tribunal instó a la Fiscalía a seguir las indagatorias, que apuntan únicamente a los cientos de detenidos y al supuesto hackeo al sistema electoral.

Gráfico
Gráfico

De inmediato los opositores Edmundo González y María Corina Machado rechazaron la resolución que intenta apagar la esperanza de su pueblo.

Tras la transmisión del TSJ, González admitió que no hubo sorpresa, pues sabían que el régimen “buscaba negar la verdad”, según un video en su cuenta de X en el que señaló que Caracas sabe que la oposición “ganó abrumadoramente y tenemos las actas”. Y advirtió que el fallo “sólo agravará la crisis”, pero no desistirán de su lucha para hacer respetar la voluntad y la soberanía.

Añadió que “ninguna sentencia detendrá la verdad” y que por más “vericuetos” ésta prevalecerá como exige la comunidad internacional, la misma que reconoce que los órganos electorales dejaron de ser imparciales y se convirtieron en el “brazo ejecutor” de Nicolás Maduro; por ello, retó nuevamente a su contrincante a transparentar las actas y permitir una auditoría independiente.

Mientras que su aliada María Corina Machado declaró que el régimen, que sólo busca proteger sus intereses, perdió toda “legitimidad”, luego de replicar un mensaje de la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pone en duda la “imparcialidad” del Tribunal y del CNE, pues ambos son controlados por el chavismo y la Asamblea Nacional defendió la decisión ante quienes están “fuera del juego democrático”.

Pero ambos líderes evidenciaron que sigue la lucha por la democracia, pero sin adelantar nuevas acciones en un reclamo que arroparon aliados y hasta mandatarios de América Latina.

En el primer sector se pronunciaron los exaspirantes presidenciales Henrique Capriles y Juan Guaidó; el primero y quien buscó el poder en 2013 reiteró que prevalece la desconfianza, pues el anuncio no revierte lo que el pueblo decidió en las urnas, mientras que el exlíder reconocido por el mundo como “mandatario legítimo” seis años después acusó que ayer se ratificó un crimen: “En Venezuela no hay TSJ, es la misma dictadura”.

Postura que replicaron los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Uruguay, Luis Lacalle, para alzar la voz contra el gobierno de su homólogo Nicolás Maduro. Ambos coincidieron en que el TSJ “consolidó el fraude” y no deben callar ante las anomalías electorales que atentan contra la nación, mientras que países que se ofrecieron a mediar, como Brasil, Colombia y México, mantienen el silencio ante este nuevo atropello.