Nuevos tropiezos obligan al régimen ruso a ajustar su estrategia militar contra Ucrania, por lo que el presidente Vladimir Putin ordenó engrosar el número de Fuerzas Armadas en el país a más de 30 meses de la guerra.
Medios internacionales y agencias reportaron que el líder del Kremlin busca contar con hasta 1.5 millones de efectivos con miras a reforzar a sus bases en el campo de batalla, lo que confirma nuevos reveses a más de un mes de la incursión sorpresa del ejército de Volodimir Zelenski en Kursk, cerca de la frontera.
Con ello, se prevé la suma en el corto plazo de hasta 180 mil nuevos elementos, según un decreto que entra en vigor el primer día de diciembre.
Y así el invasor arranca su tercer reclutamiento desde que estalló el conflicto, pese a que el Ministerio de Defensa recién renovado no fijó su postura en torno a los cambios que implica, pero destaca que el reforzamiento es el segundo en cuestión de meses, mientras que el primero fue a finales del 2022, en el primer año de la invasión.
Aquella ocasión Moscú promovió la integración de hasta 300 mil reservistas, de acuerdo con el Servicio Ruso citado por el medio independiente Meduza, lo que provocó un éxodo y enormes filas en las fronteras para huir del intento forzado de ser enrolados a una guerra que no respaldan, principalmente los críticos, más allá de salarios exorbitantes que ofrecen.
Esta nueva orden además de evidenciar derrotas en puntos específicos también expone que varios regimientos muestran señales de agotamiento tras más de dos años y medio de lucha; sin embargo, el Kremlin rechazó su retorno, pues se calcula que resisten hasta 700 mil soldados en la llamada “operación especial” contra la nación vecina.
Pero esta vez el nuevo decreto presidencial coincide con nuevas evacuaciones en Kursk, sitio que tienen tomadas las fuerzas de Volodimir Zelenski desde inicios de agosto.
Sin especificar un motivo, autoridades locales y el Servicio de Emergencias de Moscú recomendaron a civiles asentados en regiones a unos 15 kilómetros de la frontera abandonar la zona por “seguridad”, tema que reforzaron líderes locales sin dar una cifra de las personas movilizadas en las últimas horas, pues días antes se informó extraoficialmente que ya han salido 150 mil personas, mientras algunas fuerzas retroceden en el frente de batalla y reubicarán a trabajadores agrícolas para no perder las cosechas en momentos cruciales.
Y para equilibrar la situación la Fuerza Aérea rusa mantiene ataques contundentes contra regiones clave como desde el inicio de la guerra en un aparente intento de minimizar los tropiezos ante la región vecina en lo que ya consideran la mayor incursión en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.