La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigió a Israel terminar definitivamente con la ocupación palestina en Gaza, misma que tachó de “ilegal”, a casi 350 días de la guerra.
Con el respaldo de 124 naciones, entre éstas musulmanas y México que se ha mantenido neutral, y el rechazo de Estados Unidos —principal proveedor de armas— y 13 países más, incluyendo al supuesto agresor, la comunidad demandó la salida “sin demora” de las fuerzas israelíes que permanecen en la región y Cisjordania, de acuerdo con la propuesta redactada por Palestina, en un claro apoyo a la región que busca ser un Estado.
Para dicho proceso se fijó un plazo de un año para culminar con la presencia irregular y por la fuerza que incluye a civiles y los llamados asentamientos ilegales, aunque originalmente líderes palestinos pedían que fuera “lo más rápido posible”, como sugería también la Corte Internacional de Justicia (CIJ) hace meses para garantizar el retorno de cientos o miles de desplazados.
Dicha votación fue considerada la condena más dura a la nación de Benjamin Netanyahu desde que estalló el conflicto, a finales del año pasado, luego de que varios gobiernos criticaran la presencia de sus soldados en puntos de riesgo.
Pero Israel rechazó de manera contundente la resolución que no es vinculante y dejó en claro que no la acatará.
En una postura confrontativa el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, se lanzó contra el organismo y quienes votaron por el “sí” al calificar su postura de “vergonzosa”. Enfatizó que más allá de darle la espalda, se pone de nuevo del lado de los terroristas, pues la medida no hace alusión a Hamas, grupo islámico responsable de la masacre en su territorio, y se olvida de que dicha organización rival aún mantiene a casi 100 rehenes en la Franja.
Y el Ministerio de Exteriores de la nación asiática fue más frontal al acusar que con ello se respalda al terrorismo y “envalentona a una Autoridad Palestina ya radicalizada”, pues Tel Aviv ha acusado repetidamente que ese supuesto gobierno está controlado por la organización terrorista y no llevará a la paz como proponen.
Incluso, recalcó que tal acción parece “desconectada de la realidad”, ya que sólo actúa en su contra y no del grupo que mató y secuestró a cientos de judíos y extranjeros a escasos días de que se conmemore el primer aniversario de la guerra, por la que decenas de familias aún esperan el regreso de los cautivos a casi un año de los bombardeos.
