Canadá aseveró que cuenta con nuevas pruebas de la implicación de India en el crimen de un líder separatista por lo que expulsó al alto comisionado y a cinco diplomáticos más, elevando la tensión con ese gobierno, que respondió con una medida espejo.
El Ministerio de Exteriores confirmó que la disputa por el crimen de Hardeep Singh Nijjar, quien migró a Columbia Británica en la década de los 90, no parece tener fin y a meses de echar al embajador en su territorio engrosó la lista de vetados al denunciar que otra investigación determinó que representantes de India cometieron actos de intimidación y extorsión en su territorio, sin abundar en el tipo de evidencia ni cómo se obtuvo.
Y dejó en claro que el gobierno de Justin Trudeau no desistirá hasta esclarecer la participación de agentes de Nueva Delhi para asesinar a un opositor en Canadá, luego de que se identificara que al menos seis personas procedentes de la región asiática tuvieron que ver en la muerte de Nijjar, acusado por su propio gobierno de supuesto terrorismo. En esta investigación, la Real Policía Montada reforzó las acusaciones al apuntar que hay indicios de que funcionarios aprovechan su inmunidad para cometer delitos.
Pero India mantiene su postura de negar tales acusaciones o algún tipo de implicación en el crimen cometido a mediados del año pasado. Incluso, arreció la disputa diplomática al acusar que estas nuevas medidas responden a una “agenda política” del premier, quien lleva tres mandatos consecutivos, pero sin abundar en un supuesto motivo.