El fiscal especial Jack Smith no desiste de procesar al expresidente estadounidense Donald Trump al sostener que éste obstruyó la elección del 2020 y posterior certificación del triunfo de Joe Biden, quien se convirtió en su sucesor.
A 20 días de unos nuevos comicios en la potencia, el abogado reivindicó que debe prevalecer el cargo contra el nuevamente aspirante a la Casa Blanca tras presentar una “acusación formal sustitutiva”, con lo que demuestra al magnate que, incluso en aún en contienda, podría ser procesado por los hechos de hace tres años, como un último intento de llevar a juicio al político conservador.
En el informe presentado por su equipo se establece que el caso va más allá de incitar a la insurrección en el Capitolio en 2021, pues usó ese nivel de violencia para su objetivo principal: interrumpir un proceso federal.
Por ello, piden a la jueza Tanya Chut-kan que considere “incorrecto” eliminar el delito en cuestión. Tema en el que la oficina especial sostiene que el líder de 78 años recurrió a evidencia falsa, como certificados electorales fraudulentos, con tal de obstruir un “procedimiento de certificación”, según la evidencia contra el también imputado por conspiración en Georgia, pues se identificó que desde diciembre del 2020 orquestó un plan para que aliados se hicieran pasar por “electores legítimos” y revertir esa derrota, misma que a la fecha no reconoce al acusar que fue víctima de un fraude.
Además, el fiscal especial, criticado repetidamente por Donald Trump, desafía a la Corte Suprema de Justicia y su decisión de desestimar tal cargo a los vinculados a una turba que amenazó la democracia en EU, hecho con el que 100 simpatizantes libraron penas al determinarse que fueron acusados indebidamente por su intento de defender el supuesto triunfo del magnate.
Ante ello, la defensa de Trump tiene casi hasta el día de la elección para presentar alegatos en la materia, de acuerdo con CBS News. Luego de que hasta hace semanas insistiera que hay limitaciones del máximo tribunal para actuar contra su cliente y argumentar que éste “no tiene ninguna responsabilidad fáctica o legal” en la insurrección, como una salida para evadir su responsabilidad, pese a desatar esa violencia y agravar la división política en el país.
Smith insistió a la jueza en rechazar los alegatos de una supuesta inmunidad presidencial, al recalcar que los delitos que cometió el conservador fueron en calidad de aspirante presidencial, al usar recursos de su campaña electoral para demostrar un fraude, y no como ejecutivo federal, como sostiene con tal de librar cualquier sanción.
Pero no es el único golpe que sufrió esta semana en temas legales, pues también se reportó que fiscales del condado de Fulton, en Georgia, buscan restablecer hasta seis cargos contra el exmandatario, quien junto a casi una veintena de coconspiradores coaccionó a funcionarios para anular la elección perdida.
Según la prensa local, el equipo de la fiscal Fani Willis tachó de “error” tratar de anular la acusación que liga al mandatario número 45 de EU con una organización criminal, delito del que se declaró inocente a inicios de año.