El régimen venezolano denunció un supuesto plan para desestabilizar al país y derrocar a Nicolás Maduro al confirmar la captura de 19 mercenarios.
Inicialmente, se dijo que ayer fueron detenidos tres estadounidenses por terrorismo y la dictadura señaló que otros supuestos agentes extranjeros ya fueron procesados tras frustrar un complot contra Caracas, en el que naciones recurren a criminales, expolicías y paramilitares financiados por la Inteligencia de España —que refugia a disidentes venezolanos— y agencias de Estados Unidos.
En conferencia, el nuevo ministro del Interior, Diosdado Cabello, puntualizó que también se les decomisaron 71 armas, entre las que destacan fusiles de la Fuerza Armada chavista, aunque otras ingresan de contrabando al insistir que hay varias nacionalidades involucradas en esas acciones no sólo EU y España, al acusar que hay originarios de Colombia, República Checa, México, Bolivia y Ecuador, quienes son instruidos para atacar puntos estratégicos, entre los que estarían sus refinerías, según fotografías en poder de los sospechosos.
El aliado de Nicolás Maduro exhibió que estos rivales intentan forzar la salida del chavismo del poder, pues la oposición no lo logró en las urnas en julio pasado. Y hasta ironizó que a la fecha estos ataques no han dado los resultados esperados, pues sólo han provocado algunos golpes menores, como apagones recientes en gran parte del país.