Cientos de psiquiatras y expertos en salud mental en Estados Unidos advirtieron sobre la “amenaza” que representa el aspirante presidencial republicano, Donald Trump, a quien definen como un “narcisista maligno”.
En un desplegado publicado en el diario The New York Times, 225 especialistas sostienen que ante un momento crucial para el país están obligados a exponer la “peligrosa psicopatología” de quien busca un segundo mandato, pues reconocen que el político de 78 años es un hombre “mentiroso, destructivo, engañoso y peligroso”, conducta que ha mostrado desde que estuvo en la Casa Blanca y en campaña electoral y que ahora en busca de otro mandado alertan podría intensificarse hasta perder el control y destruirse o destruir al país.
Los expertos se unieron para resaltar que su deber ético es “advertir al público del peligro que representa este individuo” y enfatizan que la historia ha demostrado que evadirlo no es la mejor opción, en referencia a que ese tipo conducta en líderes ya ha sido estudiada históricamente, pues el primero en definirla y explicarla fue el psicólogo alemán Erich From al hablar sobre la “psicología de los dictadores malvados”, pues coincide que éstos tienen un trastorno de personalidad narcisista que lo ha llevado a la paranoia incluso a asesinar; lo que recuerda que esta semana se expuso incluso que Trump sentía cierta admiración por el líder nazi Adolfo Hitler, lo que provocó fuertes críticas de su rival, la contendiente liberal Kamala Harris.
Pese a posibles críticas de que no lo han tratado directamente, los especialistas aseguran que el ex mandatario conservador cumple con los criterios de un trastorno antisocial, mismo que parece exacerbarse más.
Al respecto, hacen referencia a gestos públicos durante sus mítines y entrevistas como mentiras reiteradas, irritabilidad, impulsividad, desprecio temerario y hasta falta de remordimiento, lo que se demuestra con sus contables críticas y declaraciones despectivas contra rivales a quienes ha tachado repetidamente de enemigos y amaga con perseguirlos si regresa al poder, lo que evidencia su sadismo, pues le gusta infligir sufrimiento.
Sobre esa conducta sádica, los psiquiatras detallaron en la página publicada el fin de semana y en el portal psychopac.org/open-letter/ que eso se vio ampliamente con la insurrección del 6 de enero del 2021, pues éste vio durante horas lo que causó y, pese a la violencia, éste se mostró alegre y hasta repitió los videos una y otra vez.
Además, admiten que sospechan que Donald Trump muestra evidentes signos de deterioro significativo, mismo que podrían probarse con un estudio neurológico y resonancia magnética, al enlistas problemas como: disminución drástica de la fluidez verbal, pensamiento tangencial, disminución del vocabulario, uso excesivo de superlativos y palabras de relleno, perseveración, confabulación, parafasia fonémica, parafasia semántica, confusión de personas, así como deterioro del juicio, control de impulsos y funcionamiento motor, lo que incluso recuerda que el magnate se burló repetidamente de los lapsus que sufrió su anterior contendiente Joe Biden, lo que finalmente lo llevó a desistir de la reelección y dejó la puerta abierta a la vicepresidenta Kamala Harris para convertirse en la aspirante demócrata.
Bajo este escenario recalcan que su publicación y deber es advertir sobre “este inminente peligro público catastrófico antes de que sea demasiado tarde”.
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LMCT