A escasos días de la elección, los candidatos en Estados Unidos Kamala Harris y Donald Trump intercambian declaraciones por la seguridad y derechos de las mujeres en sus virtuales gobiernos, un último intento por atraerlas, así como para convencer a grupos clave como latinos y comunidades negras.
La vicepresidenta aprovechó la polémica declaración del rival como “protector” de las mujeres para recordar que éste no busca su cuidado sino su control, haciendo de la lucha de género un factor en la recta final, mismo que la favorece a ella, pues en ese grupo demográfico lleva una ventaja de casi 10 puntos, según una encuesta de ABC News/Ipsos.
Pero no es el único en el que va al frente, según el voto adelantado supera por hasta 29 puntos al exmandatario, de acuerdo con información publicada por CNN, The New York Times y ABC News.
Luego de que el republicano afirmara en Wisconsin su deseo de protegerlas “les guste o no”, la liberal tachó de “ofensiva” su postura al indicar que el oponente refleja su intención de coartar la autonomía y capacidad. Y sentenció que no pueden confiar en quien no comprende que ellas son libres para decidir sobre su vida y su cuerpo, en referencia al aborto que ella prometió restablecer en todo EU.
Incluso, la exfiscal recordó que fue éste quien provocó el revés a la interrupción legal del embarazo y los derechos reproductivos, arrastrando a importantes riesgos a las mujeres, al tomar distancia del político de 78 años, quien quiere un mayor poder si vuelve a la Casa Blanca.
Pero Donald Trump defendió sus dichos al apuntar que su mensaje fue “paternalista”, pese a que ni a su campaña le gustó el gesto “inapropiado” al admitir, según la prensa, que intentaron hacer que no lo mencionara.
Dicha postura no le duró mucho y el exlíder volvió a la retórica antimigrante y a los ataques personales contra su oponente, una mujer; en otro mitin abundó que uno de los riesgos de los que las quiere proteger es de los indocumentados, como un acto político más, que de apoyo a ellas, al acusar al sector de criminales de nuevo, y también arremetió contra la vicepresidenta al advertir que se derrumbará, porque no puede con la presión, lo que pareció un golpe de género.
En los últimos días también buscan jalar a su causa a minorías. Kamala Harris recorrió otra vez comunidades negras, para convencerlas de que puede con el reto y ambas campañas acercan sus mensajes a las comunidad latinas, sector al que Donald Trump no tiene contento por sus continuos desplantes.
Muestra de ello es la indignación que desató uno de sus eventos, en el que se arremetió contra Puerto Rico, nación desde la que cantantes se han pronunciado en su contra y ahora piden a su gente votar por Harris, pues en EU pueden votar cinco millones de boricuas.
El sector tildado de “basura” resurgió en la recta final para darle una bofetada al exmandatario conservador y refrendar su apoyo a Harris, como el caso de las estrellas Bad Bunny, Jennifer López, quien se presentó ayer en un mitin de la vicepresidenta en Las Vegas, y Marc Anthony, a quienes se sumaron para respaldar a la exfiscal los mexicanos Ricky Martin, así como Maná y los Tigres del Norte al cantar en el mismo escenario que escuchó sus propuestas.
Pero el caso más llamativo fue el de Nicky Jam, pues a semanas de respaldar a Trump le retiró su apoyo por la grave denostación a su pueblo; admitió que lo consideró mejor opción en materia económica para los latinos, pero lamentablemente sólo encontró el desprecio de éste por su comunidad, por lo que optó por alejarse del terreno político.