El juez Juan Merchan retrasó un fallo contra el presidente electo estadounidense, Donald Trump, lo que pone en duda si habrá sentencia por el riesgo de una de-sestimación tras ser declarado culpable de 34 cargos de falsificación por una artimaña legal para ocultar un escándalo sexual por su aspiración política en 2016.
Una semana después de la elección, el jurista determinó ajustar el calendario al admitir, según documentos oficiales citados por la prensa, que la inmunidad que la Suprema Corte de Justicia le otorgó al empresario republicano en julio pasado interfiere con el proceso en Nueva York y la sentencia correspondiente.
Por ello, tras intercambios de correos electrónicos de los involucrados, de acuerdo con el diario The Washington Post, se concedió otra semana a la Fiscalía de Manhattan para reevaluar el caso, pues la protección desde el máximo tribunal al exejecutivo federal implica que no puede ser procesado por acciones cuando estaba en el poder; sin embargo, el fiscal Alvin Brag sostiene que el delito ocurrió antes de llegar al poder y el equipo legal del conservador acusa que pruebas y testimonios en el juicio que se extendió por seis semanas sí corresponden a su primer mandato (2017-2020), por lo que abogan por una revocación luego de meses de luchar en la materia.
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El pueblo está de acuerdo en que estas son circunstancias sin precedentesMatthew Colangelo, Fiscal en Manhattan
Escenario que el también fiscal Matthew Colangelo calificó de “circunstancias sin precedentes”, ante un choque de intereses por el veredicto y el líder de 78 años quien retornará a la Casa Blanca, poder en el que aseguró la llamada “trifecta”, pues además de la presidencia su partido tendrá la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado, al arrebatar el control del último a los demócratas.
Con ello, Juan Merchan extendió el plazo para que la parte acusadora determine los “pasos apropiados” para abordar la sentencia —programada originalmente para el próximo 26 de noviembre— contra el líder que el próximo 20 de noviembre se convertirá en el primer mandatario “convicto”, lo que recuerda que entre las opciones de penas se barajan cuatro años de prisión, libertad condicional y hasta una multa millonaria.
Pero expertos y medios señalan que muy probablemente no llegue a prisión por el demostrado soborno para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels, quien rindió testimonio en Nueva York en referencia a los 130 mil dólares que recibió del abogado Michael Cohen.
Dicho pago fue para no hacer pública una aventura que presuntamente sostuvo con el magnate una década antes de su primera postulación presidencial, monto desembolsado como “gastos legales” por la Organización Trump y con dinero de la campaña republicana.
Al respecto, el abogado de Donald Trump, Emil Bove, aprovechó el fallo para solicitar la desestimación del juicio al enfatizar en la inmunidad —oxígeno en plena campaña—y justificar que hay “impedimentos inconstitucionales”, al tratarse del próximo jefe de Estado, quien se declaró inocente de estos cargos.
Por separado, Steven Cheung, vocero citado por medios, declaró que el pueblo merece señales de que el sistema judicial no se usa como arma política, en torno a la acusación del magnate de que fue víctima de una “cacería de brujas”.
Ante esta situación queda en vilo la posible condena, mientras siguen pendientes otros casos, mismos que amenazaron con desinflar su campaña, pero ni el antecedente de culpabilidad lo afectó, pues venció a Kamala Harris y esta vez ganó el voto popular (50.2 por ciento).
Entre los mencionados pendientes destacan dos del fiscal especial Jack Smith, por retención ilegal de documentos clasificados y el intento de revertir el resultado electoral del 2020 al acusar un supuesto fraude, mismos que ya evalúa el abogado para cerrarlos, pues es poco probable que lleguen a término. Y que en Georgia sigue en suspenso uno por interferencia electoral.
Sobre éste destaca que ayer su aliado el exlíder del gabinete Mark Meadows sufrió un revés legal, pues se le negó el intento de trasladar el juicio a un tribunal federal, pues se desestimó su reclamo de que era un “oficial en funciones”.