En víspera de los mil días de la guerra, Estados Unidos concedió a Ucrania el permiso de atacar Rusia con misiles de largo alcance, lo que hace temer una escalada, por la que el líder en resistencia, Volodimir Zelenski, adelanta que proyectiles “hablarán por sí mismos”, y el régimen ve cercana una Tercera Guerra Mundial.
Horas después del mayor ataque simultáneo del invasor a infraestructura energética, un intento de dejar sin electricidad a la población rumbo al tercer invierno en combate, el diario The New York Times adelantó el cambio de política de Joe Biden al revelar que por primera vez permitiría al ejército usar contra territorio rival el equipo más potente enviado: el sistema de misiles tácticos (ATACMS, por sus siglas en inglés), como demandaba Kiev hace meses.
Su capacidad, 300 kilómetros de distancia contra blancos, supera al sistema de artillería de alta movilidad (HIMARS) de 150 kilómetros, que usaban desde mayo pasado para vulnerar posiciones enemigas en su territorio, y los Storm Shadow suministrados por Reino Unido y Francia que alcanzan objetivos a 250 kilómetros, lo que se suma a concesiones previas como tanques, sistemas Patriot y cazas de combate F-16, pese a la división entre aliados, mientras unos críticos creen que la ayuda llega tarde.
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Fuentes de EU señalan que más que un punto de inflexión busca dotar al aliado de más herramientas y mejorar su posición para una negociación con el Kremlin, lo que coincide con la Cumbre del G-20 en Brasil de hoy, la última a la que acudirá Joe Biden, con sólo dos meses en el poder antes del retorno de Donald Trump, quien prometió acabar con la guerra en 24 horas, acción en la que se cree concedería al agresor los territorios anexados y reduciría el financiamiento al país invadido desde 2022.
Aunque ni el Pentágono ni la Casa Blanca se pronunciaron sobre el ajuste, fuentes revelaron a NYT, Reuters y The Washington Post que el plan es enviar un mensaje de disuasión a Rusia y a Norcorea y degradar su capacidad, luego de que el último enviara 10 mil tropas a Kursk, zona fronteriza en la que aumentaría su fuerza a 100 mil, de acuerdo con informes de Bloomberg. Con lo que se enfatiza la disposición de reforzar a Ucrania para atacar a profundidad, como pidió Zelenski, y deja en claro que rusos y norcoreanos son blancos legítimos para contener al invasor en la zona controlada por Kiev desde agosto.
En respuesta, el líder defensor resaltó que “los misiles hablarán por sí mismos”, al agradecer el esfuerzo global, aunque reiteró que la llave para el alto al fuego es el “plan de victoria” que ya adelantó a sus socios.
En declaraciones en X, recalcó que más allá de la luz verde será en el campo de batalla en el que se perciba un impacto ante un rival que busca ampliar el choque, pues abundó que “los ataques no se llevan a cabo con palabras ni se anuncian”, lo que pareció una crítica, pero resaltó tal avance.
Sin embargo, no anticipó cuál será su primer blanco o si de inmediato desplegarán los proyectiles de tierra con GPS contra rutas o almacenes rivales, tras otra amenaza rusa, pues en la madrugada de ayer en un lapso de 45 minutos el Kremlin disparó 200 misiles y drones contra infraestructura térmica para “asustarnos con frío y falta de luz”, según Zelenski, por la táctica de congelarlos.
Agresión que dejó seis muertos y 19 heridos, entre ellos dos niños, según el gobierno, lo que a su vez frenó la producción energética por golpes en Dnipro, Jerson, Leópolis, Odesa, Rivne, Zaporiyia y más, como verificaron el operador local y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA).
Actos que condenaron aliados por exponer a civiles y agravar el daño a una zona sin energía y acusar, como dijo Francia, que Moscú no está interesado en ningún tipo de diálogo.
En tanto, Rusia se prepara para consecuencias duras contra el vecino al advertir sobre una escalada provocada por Occidente, según dijo el legislador Vladimir Dzhabarov a la agencia estatal TASS. Mientras que un miembro del Consejo de la Federación, Andrei Klishas, elevó la confrontación al amagar que mañana acabarían con Ucrania al referir en Telegram, según Reuters, que “Occidente ha decidido tal nivel de escalada que podría terminar con el Estado ucraniano en ruinas completas por la mañana”.