El presidente de Brasil y anfitrión de la Cumbre del G20, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó a revertir el hambre y la pobreza, escenario en el que también se dialogó sobre guerras y desafíos globales y dos incidentes se robaron la atención en Río de Janeiro.
Al dar la bienvenida a sus invitados en el Museo de Arte Moderno, el izquierdista insistió en aprovechar esta comunidad para actuar en conjunto, pues aseguró que esos problemas son símbolo de la tragedia internacional al admitir que a 16 años de su primera participación en este encuentro “me entristece ver que el mundo está peor”.
Enfatizó que los líderes de hoy tienen en sus manos dejar un mejor legado y no una “mancha”, en referencia a desigualdades históricas y conflictos en Gaza y en Ucrania que agitan el tablero geopolítico y detonaron desplazamientos masivos, sufrimiento y consecuencias económicas, pues asestó enfáticamente que es “inaceptable” que el gasto militar sea tan alto cuando en el planeta hay 700 millones de personas que sufren hambre y no por escasez o fenómenos naturales, que son cada vez más devastadores por el cambio climático.
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Por lo que confió en un compromiso real para erradicar el hambre, tema en el que su embajador, Mauricio Lyrio, celebró que más de 80 países ya firmaron.
Además, en la primera jornada de la Cumbre también hubo otras rúbricas en favor de un alto al fuego en la Franja y una “paz justa” entre Ucrania y Rusia, de acuerdo con Metropoles; aunque la prensa resaltó que Argentina rechazó la imposición de un impuesto global de dos por ciento a los superricos, lo que evidencia roces entre Lula con su homólogo, Javier Milei, mientras el sur global parece tener más reflectores gracias a China, que apuesta por reforzar apuestas económicas y acciones ligadas al crecimiento de la Inteligencia Artificial.
Y fuera de las propuestas llamó la atención un presunto desaire de organizadores a tres líderes de potencias, pues no los esperaron para la foto oficial.
Uno de los que quedó fuera de la tradicional sesión fue Joe Biden —quien dejará el poder en enero ante el retorno de Donald Trump en Estados Unidos—. La Casa Blanca informó de inmediato que fue por errores logísticos, pues la imagen oficial se tomó a la par del almuerzo con la montaña Pão de Açúcar de fondo y el político llegó con segundos de retraso y observó a distancia la escena, junto a los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Italia, Giorgia Meloni, que llegaron después que él; mientras que mandatarios como Xi Jinping (China), Recep Tayyip Erdogan (Turquía) y Narendra Modi (India) aparecen en primera fila escoltados por Emmanuel Macron (Francia) y Javier Milei.
Por la noche otro incidente robó cámara al reportarse que Santiago Peña, presidente paraguayo, se retiró antes de tiempo por molestias y fue hospitalizado, aunque se encuentra bien y en espera de exámenes médicos, según la vicepresidencia.
