El cambio de postura de Estados Unidos sobre el uso de armas de largo alcance es una clara intención de “echar leña al fuego”, acusó Rusia al advertir que una inminente escalada e implicación directa será culpa de Occidente, mientras Europa evalúa la viabilidad de replicar este aval.
Aunque la Casa Blanca no ha ratificado lo que adelantó el diario New York Times sí lo hicieron la Unión Europea (UE) y Corea del Sur al revelar que fueron notificados del ajuste. Y el vocero de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, exhibió que el “permiso” al ejército de Volodimir Zelenski de disparar misiles guiados (ATACMS) a su territorio confirma que Joe Biden “sigue provocando la escalada”, al exhibir intentos de llevar el conflicto a otra fase, misma que consideró “cualitativamente nueva tensión”.
Ante el anuncio para tener mayor profundidad contra el agresor, el representante del régimen cuestionó el interés detrás de esta acción en la recta final del mandato en EU, pues en enero asumirá el gobierno Donald Trump, mientras el escenario mundial luce agitado e incierto, pues líderes especulan sobre el impacto que tendrá el retorno del magnate en el ámbito global, pues éste prometió poner fin a la guerra en 24 horas, luego de insistir que con él jamás se habría desatado la invasión, y se teme que reduzca la ayuda a Kiev.
En tanto, en Moscú afines al Kremlin aprovechan la tensión para lanzar amenazas, como el riesgo de una Tercera Guerra Mundial o fase nuclear, como advirtió el mandatario, pues desde la oficina de Exteriores anticipan una reacción “adecuada”, lo que apunta a arrastrar a otros aliados de Ucrania, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras allegados a Vladimir Putin sostienen que es EU, principal exportador de armas a Kiev, el que juega con fuego.
Y en medio de más culpas, tropas invasoras lanzaron por segundo día consecutivo ofensivas a infraestructura energética y civil al matar a 10 personas en Odesa y causar más de 50 heridos con incendios que alcanzaron una escuela previo al invierno, según socorristas, mientras Volodimir Zelenski visitó a sus fuerzas en Pokrovsk y las condecoró al resaltar que gracias a ellas el rival no ha avanzado territorialmente.
En tanto, el mundo se prepara para un escenario más crítico por el temor de una respuesta del Kremlin si usan esos misiles en su contra; en esa tónica naciones fronterizas y cercanas como Finlandia y Suecia —últimas en incorporarse a la alianza transatlántica— alistan mayor seguridad para su población para estar alertas ante cualquier situación de riesgo.
Mientras que países europeos descartan seguir los pasos de EU. Alemania rechazó ceder proyectiles Taurus y Francia negó algún cambio sobre el equipo enviado, pese a que Emmanuel Macron aplaudió la acción de EU, y otros se volcaron en duras críticas, como Hungría, que consideró una contradicción lo hecho por Washington. Por separado, la UE apagó rumores al señalar, según el jefe diplomático Joseph Borrell, que tal acción no está a discusión, aunque minimizó el aval, pues su alcance no es una “distancia espectacularmente profunda” para dar un giro en el campo de batalla, aunque sí prevé reforzar a Ucrania.