Tras una semana de jaloneos por el polémico nominado de Donald Trump a fiscal, Matt Gaetz, ese excongresista retiró su candidatura al Departamento de Justicia al advertir que no será un “distractor” para el segundo mandato del republicano.
Al saber que no sería ratificado por el Senado —donde inició acercamientos con el vicepresidente electo JD Vance—, en medio de acusaciones por tráfico sexual, corrupción y consumo de drogas, declinó la postulación al argumentar en su cuenta de X que no interferirá con ese proyecto.
Y criticó que su designación se convirtiera en una “pelea innecesaria”, a la vez que llamó al partido a no perder tiempo y acompañar al presidente electo a quien auguró éxito, luego de que demócratas y republicanos se pronunciaran en contra de su incorporación al virtual gabinete, pues se dijeron sorprendidos a sabiendas de que el político estuvo en el radar de la oficina que buscaba encabezar y también del Comité de Ética de la Cámara de Representantes por conducta sexual inapropiada, tras compartir contenido crítico en el recinto, y aceptar sobornos, expediente que algunos insistían que se hiciera público por la relevancia de esta nominación.
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Sin embargo, ya no llegará al gabinete, pero Donald Trump elogió su postura ante la lucha cuesta arriba al admitir que iba bien pero renunció. Tema en el que destaca que no es el único ligado a escándalos sexuales, pues los elegidos al Departamento de Defensa, Pete Hegseth; al de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y de Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, han sido señalados, pero niegan las acusaciones.
Y ante la salida de Gaetz, el magnate rápidamente designó a su reemplazo al adelantar en su cuenta de Truth Social que Pam Bondi, quien se desempeñó como fiscal de Florida entre 2011 y 2019, será la encargada de liderar esa oficina, misma que Trump criticó por haber sido usada en su contra para la llamada “cacería de brujas”.
La política de 59 años, a quien describió como una “luchadora inteligente y dura” y destacó su labor contra “criminales violentos” y el fentanilo, es considerada una leal, pues ya formó parte del equipo legal durante su primer juicio político en el poder y será clave para dar forma a la política antimigratoria de deportaciones y, posiblemente, completar la promesa de venganza contra detractores del ahora presidente electo, pues Bondi es parte del grupo derechista ligado a esa agenda política.