Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, utilizó el mismo argumento de su rival político Joe Biden para indultar a su hijo Hunter Biden y a menos de 50 días de asumir su segundo mandato solicitó al juez Juan Merchan desestimar la acusación de falsificación y conspiración para encubrir un soborno.
La defensa comparó las condiciones que enfrentó su cliente, declarado culpable de 34 cargos por silenciar a la actriz porno Stormy Daniels con un pago de hasta 130 mil dólares, con las del mayor de los descendientes del ejecutivo federal al sostener que ambos fueron enjuiciados de manera “selectiva e injusta”.
Y en un nuevo intento de borrar el historial delictivo del líder republicano, su equipo abundó que, pese a ser de diferentes partidos, de igual forma fueron blanco de imputaciones “políticas”, en referencia a una “venganza”, misma que el magnate calificó repetidamente de “cacería de brujas” durante la campaña electoral, al exponer un supuesto bloqueo a su nueva aspiración política.
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En medio de los aplazamientos del proceso en Nueva York, a la espera de otra fecha para la condena prevista originalmente el mes pasado y cuyo delito se castiga con cuatro años de prisión, el abogado principal y nominado a fiscal adjunto, Alvin Bragg, respaldó el retiro de dicho caso al advertir que mantenerlo sería un “impedimento constitucional” para el político de 78 años que el próximo 20 de enero regresará a la Casa Blanca.
Precisó que dichas injusticias fueron impulsadas e “infectadas” desde el Departamento de Justicia al parafrasear las declaraciones del demócrata del fin de semana para otorgar el “perdón” a su hijo y empresario de 54 años.
Con lo que hace énfasis en la presunta corrupción que alcanzó a la oficina del fiscal Merrick Garland, lo que confirmaría, según la defensa del magnate, que ésta es usada como arma política, lo que el propio Trump prometió corregir en su retorno al poder, aunque también arremetió contra jueces, fiscales y otros enemigos que abrieron casos en su contra, algunos de éstos ligados a las elecciones del 2020 y la insurrección en el Capitolio del 6 de enero del 2021, a días de ceder el poder a Joe Biden.
SE BAJA OTRO ALIADO. Previo a su investidura, un nominado de Donald Trump al equipo presidencial retiró su postulación, con lo que acumula dos tropiezos en la materia.
Medios de EU informaron que Chad Chronister, elegido por el conservador para liderar la Administración de Control de Drogas de la potencia (DEA, por sus siglas en inglés), desistió de dicha labor al reconocer la “magnitud” del cargo para enfrentar unas de las prioridades del futuro gobierno, el tráfico de sustancias.
A través de X, el funcionario de Florida admitió no estar listo al declarar “llegué a la conclusión de que debo retirarme respetuosamente”, con lo que obliga al magnate a optar por otro perfil como hace días con su designado a fiscal general, Matt Gaetz, quien se retiró por un escándalo sexual, escenario que persigue a otros aliados, pues el Congreso tiene la mira sobre el futuro líder del Pentágono, Pete Hegseth, y dicen que ya se barajan opciones, como el gobernador Ron DeSantis.
