La comunidad internacional, particularmente en Europa y Oriente Medio, se ha pronunciado sobre la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria, tras la toma de Damasco por fuerzas rebeldes lideradas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), tras lo cual urgen a una reconstrucción pacífica y ordenada del país.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó la caída de Al Assad como un “resultado directo” de los ataques israelíes a Irán y Hezbolá, a quienes considera los principales aliados del derrocado mandatario.
Desde los Altos del Golán, Netanyahu destacó las “oportunidades históricas” que esto representa para Israel, aunque reconoció los riesgos inherentes. “Trabajamos ante todo para proteger nuestra frontera“, señaló, tras anunciar el despliegue de fuerzas adicionales en la región, en coordinación con la misión de la ONU allí presente.
Desde Europa, la Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, consideró “positivo” el fin de la dictadura de Assad, y enfatizó la necesidad de reconstruir Siria mediante la cooperación internacional.
“El proceso será largo y complicado, pero trabajaremos con socios constructivos para garantizar la seguridad en la región", escribió en la red social X.
El Ministerio de Exteriores de Francia describió el acontecimiento como un “día histórico” que marca el fin de “más de 13 años de represión extremadamente violenta“. Francia llamó a preservar las instituciones estatales sirias y a garantizar una transición política pacífica, mientras rendía homenaje a las víctimas del régimen.
Alemania, por su parte, subrayó la importancia de evitar que Siria caiga bajo control de nuevos actores radicales y pidió que Al Assad rinda cuentas por los crímenes cometidos durante su mandato.
Italia, en una postura más pragmática, anunció planes para evacuar a sus ciudadanos desde Siria hacia países vecinos como Líbano y Jordania. El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, pidió protección para la población civil, en especial para la minoría cristiana, y expresó el apoyo de Roma a una solución política que garantice paz y estabilidad en la región.
Con información de Europa Press.
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