A más de una semana de ser derrocado el expresidente sirio Bashar al Assad reveló las condiciones en que salió del país al desmentir que su huida a Rusia estuviera planeada con anterioridad.
En un primer mensaje difundido por su antiguo gobierno a nueve días de su caída, el tirano que reprimió por 24 años a su pueblo sostuvo que la evacuación del pasado 8 de diciembre sí fue en colaboración con el régimen de Vladimir Putin, pero no fue premeditada al abundar “en ningún momento durante estos acontecimientos consideré renunciar ni hubo tal propuesta por ninguna parte individual” y hablar por primera vez ante la supuesta desinformación y distorsión en torno a la caída de su gestión, al descartar una supuesta traición al ejército y a su pueblo.
El líder de 59 años añadió, según un comunicado difundido en Telegram, que su intención jamás fue dimitir o buscar asilo ante la ofensiva de los rebeldes de Hayat Tahrir al Sham (HTS), pues confiaba en que “la única vía era seguir combatiente contra una ofensiva terrorista”; sin embargo, la rapidez con la que los rivales llegaron a la capital lo obligaron a ajustar su plan.
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Al Assad relató que ese día seguía firme en mantenerse en funciones, pero ante el ingreso de los disidentes liderados por Ahmed al Shara —previamente conocido como Abu Mohammed al Jolani— a Damasco se trasladó a Latakia y buscó protección en la base rusa Hmeimin para dar seguimiento a las operaciones contra HTS, pero sus fuerzas no tuvieron resistencia y la mayoría de sus posiciones cayeron en manos enemigas, ante lo que, finalmente, el movimiento islámico reclamó el control del territorio en Medio Oriente. De inmediato, con apoyo de Moscú al reconocer que la base militar costera no sería suficiente para enfrentar los embates de insurgentes armados y que ya comenzaban a atacar por aire, ideó junto a ese aliado un plan de acción por coordinar su salida a territorio ruso.
Incluso, para reforzar su postura dijo que ni durante los 13 años de guerra, que consideró “los días más oscuros”, huyó del país, en donde permaneció junto a su familia para luchar contra los grupos terroristas ante continuos bombardeos de quienes buscaban tomar el control por cualquier vía; tema en el que lo respaldó el Kremlin al confirmar que fue hasta que llegó a Rusia cuando se planteó el asilo por temas de seguridad.
Siria quedó “en manos terroristas”
Mientras la región busca su reconstrucción, el mandatario depuesto recriminó que tras el ingreso del Hayat Tahrir al Sham a Damasco la nación quedó “en manos de terroristas”, lo que pareció un mensaje a la comunidad mundial que se ha mostrado abierta a colaborar con el nuevo gobierno de facto.
Sin embargo, evitó dar alguna declaración sobre lo que ha ocurrido en los últimos días desde que se refugió en Rusia, luego de que el movimiento en el poder declarar a un primer ministro interino para garantizar la transición prometida hacia una Siria libre y que respeta los derechos humanos, hecho por el que naciones y hasta organismos reconocen la posibilidad de retirar sanciones y colaborar con los nuevos mandos.
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LMCT