La ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland, dimitió al gabinete de Justin Trudeau ante “desacuerdos” económicos y por la estrategia ante Donald Trump y sus amenazas arancelarias.
“En las últimas semanas, usted y yo hemos estado en desacuerdo sobre el mejor camino a seguir”, reveló la también viceprimera ministra en una carta que publicó en X, al admitir el “grave” desafío externo por amagos si no aceptan sus negociaciones a partir del próximo año, lo que afectarán directamente sus bolsillos, pues no están preparados para una “guerra arancelaria”.
Para la funcionaria, la presión del republicano conduciría a “costosos trucos políticos” que en este momento no pueden permitirse al criticar que Trudeau se tomé tan en serio ese plan al grado de optar por una exención fiscal que, dijo, los dejarían con la “pólvora seca”, horas después de presentar el plan económico.
Su salida, misma que intentó evitar Trudeau al ofrecerle incorporarse a otra cartera, elevó la presión contra el líder a quien sus opositores le exigen renunciar al culparlo de esta doble crisis, económica y política.
Líderes disidentes del Partido Conservador, Pierre Poilievre, y del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, exigieron a éste separarse del cargo y convocar a elecciones con miras a definir una nueva gestión antes del 20 de enero para hacer frente a Donald Trump, luego de reconocer que el premier perdió el control, pero se aferra al poder.