Donald Trump evidenció una vez más su postura radical al pasar de alardes en temas migratorios al amago de recuperar el control del canal de Panamá, cedido en la década de los 90.
En redes sociales y en un evento en Phoenix advirtió que ante cobros “ridículos e injustos” exigirá asumir su control, lo que el mandatario centroamericano, José Raúl Mulino, atajó: “Cada metro cuadrado del canal de Panamá y zona adyacente es de Panamá y lo seguirá siendo”.
En un mensaje a la nación, el latinoamericano rechazó las pretensiones del magnate al advertir que la soberanía
del país y del canal son “irreversibles” y no se negocian, al recordar que en unos días se cumplirán 25 años del tratado de la transferencia histórica. Y elevó el tono contra su futuro homólogo por tratar de romper la neutralidad al referir que por décadas no hubo reclamos ni objeciones y ahora éste busca intimidarlos.
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José Raúl Mulino añadió que el republicano no alterará un “patrimonio inalienable” y le envió un mensaje claro: “Aspiro a conservar y mantener una buena y respetuosa relación”. Y señaló que antes de esta confrontación hay que atender amenazas reales, pues enlistó en prioridades de la agenda bilateral la migración ilegal, el terrorismo y el crimen organizado.
Además, recalcó que, pese a diferencias internas, no debilitará a la nación, que se une en torno a su soberanía y un canal que es “patrimonio”, mismo que, dijo, aporta millones de dólares a su economía y las tarifas no son capricho, en el segundo choque en un mes, pues hace días Panamá rechazó recibir a migrantes de otras nacionalidades.
Por la noche, Trump publicó “ya veremos” y declaró que se convertirá en “el canal de EU”, al endurecer su postura en el país, pues se dijo en favor de procesar a rivales y poner un alto a la “locura transgénero” como parte de una gestión de “sentido común” hacia “La edad de oro de EU”.