El gobierno saudí era consciente de la peligrosidad de Taleb al-Abdulmohsen, quien arrolló a una multitud en Alemania y mató a cinco en Magdeburgo, y hasta solicitó la extradición del médico, un reconocido islamófobo.
Sin especificar un motivo o fechas, una fuente de la nación árabe reveló a Agence France-Presse (AFP) que se buscó tramitar el retorno del médico psiquiatra por lanzar repetidas amenazas en línea, lo que aumenta las críticas de si el acto pudo prevenirse ante el peligro por su radicalización contra el islam y refugiados, condición de la que gozaba, y si hubo fallos en materia de seguridad mientras se desconoce cuál fue su móvil.
Y es que se precisó que no hubo una alerta sino varias sobre el hombre de 50 años, quien se asumía como exmusulmán, luego de que la Policía alemana expusiera públicamente que sólo fue una y que no se determinó que el médico fuera una amenaza, tuviera nexos criminales o que preparara algún ataque.
En tanto, en la región crece la preocupación de que este ataque incentive agresiones en la víspera de Navidad y Año Nuevo, ya sea contra la comunidad árabe o religiosa o hasta refugiados; al respecto, se notificó que oficiales arrestaron a un hombre en Bremerhaven, quien difundió un video en el que amagó con apuñalar a árabes tres días después del fatal atropellamiento por el que unas 40 personas siguen hospitalizadas y en condición grave, mientras la población se unió en otra vigilia y marchó en supuesto rechazo a actos terroristas, aunque el evento fue convocado por un partido de corte de extrema derecha.