Venció a Biden y a Kamala

Donald Trump aseguró su retorno al poder entre juicios y atentados

El magnate demostró en campaña y en la elección que sabía recuperar el control; en enero asume otra gestión con la ventaja de liderar en ambas Cámaras y hasta en la Corte

El magnate fue herido por un disparo en un mitin en julio pasado; fue evacuado por el Servicio Secreto mientras alzaba 
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El magnate fue herido por un disparo en un mitin en julio pasado; fue evacuado por el Servicio Secreto mientras alzaba el puño en señal de triunfo. Foto: AP

Ni múltiples advertencias de un retroceso ni juicios por más de 90 cargos ni el antecedente del asalto al Capitolio evitaron el regreso de Donald Trump en Estados Unidos. Cuatro años después de que dejó el poder éste se alzó con una victoria contundente al ganar tanto el voto electoral como el popular para un segundo mandato.

Fiel a su estilo de confrontación, atajó cada crítica e imputación a través de su cuenta de Truth Social, desafió a sus adversarios y se postuló por tercera vez consecutiva a la Casa Blanca.

En una campaña inusual se sobrepuso a una supuesta “cacería de brujas” por su aspiración con la ventaja que le dieron la mayoría de encuestas desde inicios de año y superó fácilmente a sus oponentes partidistas, pues sólo Nikki Haley llegó al tú a tú al dejar en el camino a Ron DeSantis —quien podría sumarse al nuevo gabinete— y a Vivek Ramaswamy.

Así se convirtió oficialmente en el candidato en el cierre la Convención Nacional Republicana a mediados de año para encarar otro importante reto, dividir su tiempo entre asuntos legales, que atendió en Florida, Georgia, Nueva York y Washington tras ser fichado, y mítines por toda la nación, proceso en el que venció a sus dos adversarios demócratas, Joe Biden y Kamala Harris.

La campaña la arrancó contra el ejecutivo federal, pero éste no pudo ni con sus propios tropiezos y ante su falta de lucidez y problemas de memoria se vio obligado a repensar tal postulación y tras un fallido único debate con el conservador se hizo evidente que su capacidad no bastaría para quedarse cuatro años más en la presidencia, muestra de ello fue el cúmulo de críticas y la presión para desistir, entre ellos de Nancy Pelosi y del actor George Clooney. Por ello, dejó la campaña y cedió la batuta a las nuevas generaciones cuando declaró “di lo mejor”.

A poco más de 100 días de la cita en las urnas la vicepresidenta, Kamala Harris, aceptó el reto para hacer campaña con un impulso que pretendió atraer a indecisos, pero que no fue suficiente para ser la primera presidenta de esa potencia.

Y es que tuvo a un rival de gran talla, quien no sólo usó el escenario de supuesta persecución en su favor sino los atentados que sufrió. El mayor fue en Pensilvania cuando un joven evadió al Servicio Secreto y le disparó desde un techo en un mitin, tiro que lo impactó en la oreja izquierda y desató la imagen de portada más recordada de la campaña, él con el puño en alto y con sangre en el rostro mientras era flanqueado por la seguridad para retirarlo, lo que desató fuertes críticas al grupo por ignorar lo que pudo ser fatal y provocó la destitución de la titular.

Pero la puja partidista se definió hasta el 5 de noviembre; aunque los pronósticos apuntaban a una larga jornada sin ganador, Donald Trump demostró que sabe cómo volver, gracias a una importante base de simpatizantes.

No sólo obtuvo el voto electoral también el ciudadano con casi la mitad de la preferencia y en los días posteriores su camino se despejó al afianzar la trifecta. Su partido se quedó con la mayoría en ambas Cámaras, lo que le abre la puerta a sus políticas y promesas de campaña, aunque sus rivales sostienen que enfrentarán ese desafío, a lo que se suma su mayoría en la Corte, pues en la gestión demócrata sólo hubo un cambio.

Ahora con el control en sus manos, el conservador reforzó la lucha en el escenario legal bajo la consigna de poder indultarse y que goza de inmunidad, como alegaron repetidamente sus abogados tras un fallo de la Corte y que Joe Biden tachó de “precedente peligroso” por evadir las consecuencias de sus actos.

Y es que de entre todas las acusaciones sólo hubo un juicio, el de conspiración electoral por sobornar a la actriz porno Stormy Daniels y ocultar una aventura, en el que fue declarado culpable de 34 cargos; no obstante, la condena no llegó, pues la inmunidad hizo repensar al fiscal cómo proceder contra un mandatario electo, lo que su equipo celebró para pausar sus casos, que ya están congelados.

Al respecto, el fiscal especial Jack Smith adelantó que retirará las acusaciones por retener documentos clasificados en Mar-a-Lago y por la interferencia electoral, mientras sigue en suspenso el caso de Georgia contra el magnate y coconspiradores por organización criminal en un intento de frenar la certificación de su oponente, ante lo que sus abogados sostuvieron que el republicano fue víctima de una persecución, acto del que hizo eco Trump al comparar su caso con el de Hunter Biden, quien fue indultado por su padre Joe Biden en la recta final al argumentar que era lo “justo”.

Retórica migratoria fue su mejor arma

El republicano demostró que su mejor arma para volver a la Casa Blanca fue una política migratoria mucho más dura, bandera que no soltó en campaña electoral y agitó para atemorizar a la comunidad y atraer el voto antimigrante.

En cada mitin, debate y, especialmente, en la Convención Republicana hizo patente esa retórica al tacharlos de “animales”, “criminales” e “invasores”, al amagar con la mayor deportación en la historia del país y aplicar aranceles a México y naciones que no acepten sus condiciones para recibir a esos ilegales.

A días de que ganó los comicios puso en marcha ese plan. Nombró a su futuro zar, Tom Homan, y a la próxima secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, para advertir que antes del día 1 definirá los pasos contra quienes no son bienvenidos, pues éstos o quienes tratan de irrumpir previo a su investidura serán expulsados incluso a países que no son los suyos por “envenenar” a EU con sus malos genes, y secuestrar mascotas para comérselas, fake news que lanzó en un debate y refutaron los medios.

Pero el conservador continuó con su postura radical, va por retomar el muro y otras acciones, acto en el que Texas lo arropó al otorgarle un terreno de miles de hectáreas para procesar los arrestos y las salidas y así cerrarles la puerta en definitiva a EU.