Las autoridades intentaron detener a Yoon Suk Yeol, presidente destituido surcoreano, en medio de un enfrentamiento y evadiendo a una multitud de manifestantes.
Tras su intento de instaurar la ley marcial el 3 de diciembre, Yoon está siendo investigado criminalmente por insurrección. Este hecho sorprendió a Corea del Sur, la cuarta economía más grande de Asia y una de las democracias más destacadas de la región.
Según información de Reuters, poco después de las 7 a.m. (hora local del jueves), funcionarios de la Oficina de Investigación de Corrupción para Funcionarios de Alto Rango (CIO), que lideran un equipo conjunto de investigadores compuesto por policías y fiscales, llegaron a las puertas del complejo de Yoon. Sin embargo, los informes de los medios indicaron que los vehículos del CIO no pudieron ingresar de inmediato, ya que un autobús bloqueaba la entrada.
Un grupo de funcionarios del CIO logró atravesar a pie una puerta abierta y continuar por el camino, pasando junto al autobús bloqueador. Sin embargo, más adelante se encontraron brevemente con otro autobús y un vehículo blindado en el camino de entrada, antes de ser desplazados.
No estaba claro si el Servicio de Seguridad Presidencial, que ha impedido el acceso de los investigadores mediante una orden de registro en la oficina y residencia oficial de Yoon, intentaría impedir el arresto.
El viernes (tiempo local) el abogado de Yoon declaró que la ejecución de una orden de arresto inválida contra su cliente es ilegal y que tomarán acciones legales, aunque no ofreció más detalles.
¿Qué es la ley marcial?
Durante una emergencia, el presidente tiene la capacidad constitucional para declarar la ley marcial, lo que otorga a las Fuerzas Armadas facultades extraordinarias.
La ley marcial incluye varias características, como la suspensión de derechos civiles y la imposición de toques de queda. Bajo esta medida, se restringen derechos fundamentales, como la libre expresión, la reunión y el derecho a la protesta. Además, se establecen horarios estrictos para que los ciudadanos salgan y permanezcan en sus hogares.
Durante la ley marcial, las fuerzas armadas asumen temporalmente el control de la seguridad pública, reemplazando a las autoridades civiles. Además, se impone una restricción sobre los medios de comunicación, regulando o censurando la prensa para evitar la propagación de información que pueda causar caos.
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