Aunque Nicolás Maduro está listo para un tercer mando, la oposición venezolana afirmó que hará valer la decisión ciudadana con María Corina Machado y Edmundo González, quien advirtió podría regresar del exilio en España.
Con el respaldo mundial, gracias a países y organismos que tildaron de fraude el resultado chavista, reconocieron al diplomático como líder legítimo y galardonaron esta lucha con el Premio Sájarov, la disidencia externó su confianza en que se concretará la transición, pues ganaron incluso sometidos a las condiciones impuestas por el régimen para la elección en un plazo menor a cuatro meses.
Sus críticos insistieron que pese a la contención, corrupción, y represión severa documentados por la misión de las Naciones Unidas, que incluyó un intento de homicidio a la líder inhabilitada, arrestos de políticos y periodistas, Caracas no pudo evitar su revés por ello éste recurrió al Tribunal Supremo para decir que vencieron en las urnas sin pruebas de por medio en unos comicios en los que restringió a observadores electorales y les negó el ingreso al país a exmandatarios como Vicente Fox (México) y Alberto Fernández (Argentina).
Pero la disidencia no cedió, pues Edmundo González —quien se refugió en Madrid ante el riesgo de ser detenido luego de tres citatorios de la Fiscalía— y María Corina Machado siguen firmes. Incluso, pese al clima división que prevalece entre protestas masivas tras la represión y persecución que causó más de una decena de muertes y miles de detenidos, según recuentos locales, van por asumir como presidente y vicepresidenta, respectivamente. Escenario en el que la ONU dio un golpe en la mesa y urgió a Caracas a preservar la evidencia de su supuesto triunfo, el cual no ha transparentado, a diferencia de la oposición.