Legisladores estadounidenses admiten un contraste entre la certificación electoral de hoy y la del 2021, al apagar el temor de disturbios como en la peor amenaza a la democracia: el asalto al Capitolio.
Con una variante diferente, pues esta vez Donald Trump, tachado como incitador, ganó, confían en que se privilegie la calma en la sesión para ratificar la victoria del magnate, quien arrasó en noviembre pasado contra la vicepresidenta, Kamala Harris, al dar vuelta a la página de la “locura” que anticipó hace cuatro años el entonces político derrotado.
Conservadores atribuyen la reducción de tensión y violencia a que hay mayor certeza, con el triunfo de su abanderado, pero destaca que en realidad ésta vez el republicano aceptó el resultado.
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Y es que en 2021 desde el Elipse desconoció su derrota al acusar, sin pruebas, un supuesto fraude y llamar a simpatizantes a defenderlo y poner en riesgo a su entonces vicepresidente, Mike Pence, al convertirlo en blanco por no apoyarlo; acto que años después abrió la puerta a acusaciones por interferencia electoral cuando Donald Trump lanzó su tercera candidatura presidencial.
Tema en el que el demócrata Jamie Raskin sentenció que no habría ni un ápice de riesgo, de acuerdo The Associated Press. Mientras que medios ironizaron que los únicos jaloneos desde los comicios a la fecha fueron internos y no reclamos electorales. Hubo disputas por el liderazgo en la Cámara de Representantes y amagos en el Senado de no respaldar a los elegidos del republicano al gabinete, lo que forzó al nominado a fiscal Matt Gaetz a retirar su candidatura por un escándalo sexual que, admitió, sólo afectaría al movimiento Make America Great Again (MAGA).
No obstante, queda esa terrible mancha por lo que unos pidieron hacer una placa, misma que a la fecha nunca se colocó como si ese episodio no existió.
Y la entonces expresidenta de la Cámara baja Nancy Pelosi recriminó que la violencia y amenaza no se quedó sólo en el 6 de enero con cinco policías muertos, sino que se extendió al exhibir que su esposo, Paul Pelosi, fue víctima, cuando un agresor irrumpió en casa y lo atacó con un martillo, u otros incidentes.
En tanto, sigue la incertidumbre sobre si habrá verdadera rendición de cuentas ante esta insurrección en la potencia, en referencia a las sanciones. Algunos recuerdan que el mandatario electo libró una de las dos imputaciones, al retirarse ese caso, mientras que Donald Trump insiste en que al retornar a la Casa Blanca indultará a los mil 250 condenados por esos hechos, incluyendo personas armadas, tema por el que congresistas piden analizar caso por caso, pues no se merecen el mismo trato todos.