La oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro exaltan el escenario político rumbo a la investidura presidencial, pues ambos bandos reclaman el poder para el exdiplomático Edmundo González y el actual líder, respectivamente.
El excandidato exiliado casi cuatro meses en España sigue decidido a asumir la presidencia este 10 de enero. Pese a la recompensa que la dictadura puso para capturarlo, 100 mil dólares, el político de 75 años recalcó su intención de recuperar Caracas y, para ello, arrancó una gira por todo el continente.
En el primer día, se reunió con los mandatarios de Argentina, Javier Milei, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en busca de mayor respaldo para garantizar su juramentación al elevar la presión al chavismo, proceso que continuará hoy por Estados Unidos.
Edmundo González, opositor venezolano, denuncia el secuestro de su yerno
El Comando por Venezuela confirmó en redes sociales que el político arribó ayer a esa nación, para un encuentro con el Ejecutivo federal saliente, Joe Biden, el mismo día en que la potencia certificará el resultado electoral en favor de Donald Trump. Y, para replicar lo de Buenos Aires y Montevideo, se convocó a connacionales y aliados a arropar a González Urrutia a las 14:00 horas en las oficinas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ubicada a un kilómetro de la Casa Blanca, y también se confirmó una megamovilización en Venezuela un día antes de la investidura para mostrar que sí quieren fuera al chavismo.
El objetivo, señalan, es recalcar que el pueblo rechaza el tercer mandato consecutivo de Maduro Moros, tema en el que la líder disidente y designada vicepresidenta, María Corina Machado, refrendó su llamado a luchar y “rematar esta maravilla que hemos hecho”, en referencia a los comicios del 28 de julio.
Previo a la investidura, la excongresista inhabilitada sostuvo que llegó el momento de cobrar ese triunfo, mismo que, elogió, lograron sin dinero ni apoyo ni medios de comunicación, y hoy creen que es posible concretar el cambio en Caracas, escenario en el que enfatizó en plática con La Patilla que, aunque no puede anticipar cuándo ni qué día se irán los chavistas, está segura que “construirán una gran Venezuela” tras una dictadura a la que sólo le quedó “su capacidad de aterrorizar, de meter miedo y de reprimir”.
Añadió que su prioridad es transformar al país y que el Estado esté al servicio de la sociedad y no sobre ésta. Incluso, adelantó que como gobierno escalarán del último lugar mundial en derechos humanos al primero, atenderán el endeudamiento y atraerán la inversión para “pasar de ser un hub criminal al hub energético y tecnológico de las Américas”, al aprovechar su industria hidroeléctrica.
En tanto, el régimen insiste en la persecución y la represión al amagar con el arresto de quien prometió volver “por cualquier medio” y arremeter contra presuntos injerencistas.
El reelecto líder de la Asamblea Nacional por quinto año consecutivo, Jorge Rodríguez, amagó que si éste regresa solicitarán la captura inmediata del “indigno”, acusado de delitos de traición a la patria y usurpación de funciones, que se castigan con hasta 30 años de prisión, y tras la votación para seguir en el puesto se burló de quien está de gira, pues dijo que salió “aterrado” de Venezuela tras firmar una documentación para huir a España.
El aliado de Nicolás Maduro también arremetió contra expresidentes latinos que apoyan al detractor y hasta llamó a declarar a esos políticos personas no gratas y tildarlos de perdedores e invasores, entre ellos los mexicanos Vicente Fox —a quien le negaron el ingreso para la elección— y a Felipe Calderón, así como a líderes de Bolivia, Panamá y Paraguay del grupo IDEA (Iniciativa Democrática de España y las Américas) y que acompañan a González Urrutia.
Pero no fueron los únicos en atacar a la oposición y exhibir una presunta injerencia extranjera e “imperialista”.
El presidente Nicolás Maduro instó a simpatizantes a salir a las calles el próximo viernes y rechazar un supuesto “intervencionismo extranjero”, antes de que la oposición programara su movilización para el 9 de enero.
En tanto, su ministro del Interior, Diosdado Cabello, tachó de “cobarde” al oponente que insiste en arrebatarles el control, ante lo que recordó al pueblo que hay una jugosa recompensa por su paradero al posar frente a un cartel con la cara ante la supervisión de nuevas medidas de seguridad hacia lo que ve como una “fiesta”; no obstante, las acciones despertaron inquietud, pues críticos acusan que la militarización de calles, transporte y hasta hoteles refleja el “nerviosismo” del régimen, pues éste redobló la presencia policial en calles y carreteras para atrapar a Edmundo González y evitar amenazas.
Pero disidentes no descartan que Nicolás Maduro y sus cómplices intenten madrugarlos con tal de tomar posesión.