El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, encaró al mandatario electo de Estados Unidos al sostener que su país jamás será parte de la potencia.
Pese a la crisis en su propio territorio, atajó de manera contundente: “No hay la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en parte de Estados Unidos”, luego de las afirmaciones del republicano de que a ese pueblo le conviene convertirse en el estado 51 para redoblar su seguridad y hasta evitar impuestos, luego de continuos amagos arancelarios por parte de quien asumirá en menos de dos semanas un segundo mandato y exige apretar planes contra la migración y en materia de protección.
El político de 53 años respondió a su adversario en X al abundar que su único lazo es como “socios comerciales”, lo que, asestó, los beneficia a los dos no sólo a Canadá, pues el rival recalcó su intención y declaró ayer en conferencia desde Mar-a-Lago, la primera tras la certificación electoral, que estaba dispuesto a recurrir a la “fuerza económica” para cumplir su apuesta con tintes territoriales.
Y es que no sólo amenaza con apropiarse del país del norte, sino del Golfo de México, tras choques en materia migratoria, recuperar el Canal de Panamá y adquirir Groenlandia, lo que cada uno de esos gobiernos ha rechazado.
Trudeau fue respaldado por su ministra de Exteriores, Melanie Joly, quien refrendó que “nunca daremos marcha atrás ante las amenazas”, luego de que el gabinete anticipara un reto para Ottawa con otro gobierno del republicano.
Pero la postura del premier, quien recientemente renunció a su partido y al gobierno, no hizo corregir a Donald Trump; por el contrario, éste ratificó que hará de Canadá un estado más.
En su plataforma de Truth Social compartió ilustraciones de cómo se sería ese nuevo territorio. En el primer mapa compartido con el lema “Oh, Canadá”, se observan las dos naciones sin límite fronterizo y con los colores de la bandera estadounidense, pues en la parte de Canadá queda el recuadro azul con las estrellas que representan cada entidad, mientras que en el otro se lee el nombre de Estados Unidos sobre ambas regiones, aunque se mantiene la división territorial local, pero aludió a que la línea fronteriza fue “trazada artificialmente”.
Asimismo, se reportó que Donald Trump se dijo dispuesto a usar la fuerza militar para concretar sus planes y hacer que el Canal de Panamá vuelva a su control, luego de recriminar que el fallecido exmandatario Jimmy Carter cediera tal espacio a Panamá en 1999.
Además, ayer su primogénito, Donald Trump Jr., elevó la presión en torno a la apuesta en Groenlandia, sitio “de interés estratégico” al visitar la región danesa como “turista”, lo que minimizó la primera ministra europea, Mette Frederiksen, al anticipar que el republicano no llegará tan lejos en sus pretensiones.