El gobierno de China confirmó la muerte de 126 personas tras el terremoto que sacudió la región suroeste la noche del pasado 6 de enero y cuya magnitud se ajustó a la baja a 6.8, de acuerdo con medios locales.
Durante labores de búsqueda por posibles sobrevivientes y personas atrapadas entre los escombros, autoridades orientales enfatizaron que siguen los esfuerzos para encontrar a víctimas en las aldeas golpeadas, principalmente Dnigri al informar que están en emergencia 1, el nivel más alto; muestra de ello es que ayer se difundieron varias imágenes de los recorridos y cómo sacaban a personas atrapadas en puntos críticos.
Y para ello, Beijing movilizó en las primeras horas a más de tres mil rescatistas y a 340 trabajadores médicos que se suman al ejército, según datos publicados por Global Times, mientras ya se contabilizan hasta 188 heridos por derrumbes a causa de la emergencia que ha complicado el acceso a ciertas provincias, y reparten insumos básicos como alimentos, mantas y calentadores en varias zonas con importantes números de damnificados.
Además, se reportó que en las últimas horas suman varias replicas que siguen remeciendo a la región, pues éstas han alcanzado otros territorios como India y Nepal, con los que limita al sur.