Líderes europeos plantan cara al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por sus intentos expansionistas que apuntan a Groenlandia.
Tras el interés de éste por “comprar” la isla ártica, Alemania y Francia salieron en defensa de sus fronteras y del territorio danés, lo que anticipan nuevas confrontaciones con el magnate, incluso antes de que asuma el poder por segunda vez.
El canciller alemán, Olaf Scholz, rechazó las declaraciones de éste para hacerse del territorio. Pese a la crisis interna, con elecciones en puerta, sentenció que “el principio de la inviolabilidad de las fronteras se aplica a todos los países”, al ironizar lo parecido que suena ese escenario a la invasión rusa, ante un régimen que atacó a Ucrania en 2022 y a la fecha se anexó ilegalmente cuatro territorios.
Por ello, Scholz enfatizó que ningún acto violento moverá las fronteras en Europa, al remarcar su apoyo al líder ucraniano, Volodimir Zelenski, y en un claro respaldo a Dinamarca, que días antes insistió que la región no está en venta.
Por separado, el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot, dijo que sin importar de quién se trate no permitirán ningún ataque territorial, al reivindicar que sus “fronteras son soberanas”.
Aunque minimizó el riesgo de apoderarse de ésta por la fuerza, como amagó el republicano, el aliado de Emmanuel Macron abundó que no se trata de la ley del más fuerte, replicando la postura del líder de no delegar ni depender de EU, ante otro gobierno con un viejo conocido.
En tanto, Dinamarca rebajó por segundo día consecutivo las intenciones de Trump, pues después de anticipar que no llegaría a tanto, el ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, refirió que es más probable que la isla se independice a que se convierta en otro estado de EU, como también ha comentado sobre Canadá.