Contabilizan 24 defunciones

Incendios en LA: amenaza no acaba y van ya 24 muertos

Viento se intensifica y preocupa tras cinco días de labores para tratar de controlar el fuego; siguen alerta roja y toque de queda; evacuados aún no pueden volver

Vista de los daños en Pacific Palisades, en Los Ángeles, ayer.
Vista de los daños en Pacific Palisades, en Los Ángeles, ayer. Foto: Reuters

Bomberos enfrentan otra amenaza ante la intensificación del viento en California, lo que hace temer que el fuego cobre fuerza otra vez tras convertirse en uno de los peores desastres que ya arrasó con gran parte de Los Ángeles y causó 24 muertos y varios desaparecidos.

Luego de cinco días de labores y el agotamiento de efectivos reforzados por personal y la Guardia Nacional de otras entidades en Estados Unidos y aliados como México, Canadá y hasta Ucrania, se reportó que las ráfagas aumentan y hoy alcanzarán 80 kilómetros por hora en el Valle de San Fernando; escenario que complicará aún más el esfuerzo para extinguir los tres incendios vivos.

Según expertos esas condiciones sumadas al ambiente y vegetación secos, pues no ha llovido en ocho meses, generarán mayor inestabilidad y las llamas se extenderán agravando el daño en vecindarios que el sheriff de Los Ángeles, Robert Luna, describió como “zonas de guerra” por la destrucción e infraestructura calcinada, lo que reforzó el gobernador, Gavin Newsom, al admitir en entrevista con NBC News que éste es uno de los peores golpes en la región no sólo por el costo económico, sino por su alcance en menos de una semana, al destruir 12 mil inmuebles y consumir 16 mil hectáreas —extensión que supera a San Francisco—.

Y el pronóstico expone que los vientos seguirán al alza al superar 100 kilómetros por hora, como en los primeros días, mientras ya sofocaron tres de los siniestros, en Kenneth, Lidia y Sunset, pero en Palisades Fire apenas extinguieron la décima parte en lo que califican de “infierno”, el cual que se aproxima a sitios emblemáticos como el Museo J. Paul Getty y la Universidad de California en Los Ángeles.

Ante ese escenario, redoblan los llamados a evacuar con una orden vigente para 105 mil habitantes en zonas costeras y en la montaña, y a no volver, luego de permitir retornos para recuperar a sus mascotas o medicamentos.

Robert Luna reveló que han detectado gente que trata de regresar sólo para ver cómo quedó su casa o la de sus vecinos, por lo que se amplió el toque de queda para restringir el acceso y que sólo haya personal indispensable, apoyado por perros rastreadores, pues persisten los saqueos, han capturado a personas vestidas como bomberos y advierten de posibles estafas frente a la alerta roja.

Al respecto, Luna abundó que la seguridad es la prioridad y deben aguardar hasta que se indique que pueden volver, al tiempo que buscan vías para que los afectados sepan cómo quedó su vivienda, mientras que el vocero del comando unificado, Chris Thomas, sentenció que es un lugar “tóxico”, debido a que además de ceniza circula en el ambiente hay material nocivo como plomo, arsénico y amianto. Por separado, el gobernador recriminó la desinformación, luego de ser tachado de “incompetente” por el líder electo, Donald Trump.