De cara al cierre de su gestión, el presidente estadounidense, Joe Biden, flexibilizó su postura con Cuba al aplicar cambios en política exterior a días de entregar la batuta a su sucesor, Donald Trump.
El líder saliente notificó ayer al Congreso su intención de retirar al régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo, al justificar que no hay “pruebas creíbles” de ese respaldo, y hasta reducir las sanciones con miras a que La Habana libere a un número “significativo” de presos políticos, gracias a la mediación del Papa Francisco y la Iglesia católica.
La decisión, precedida de presión mundial, revierte el endurecimiento que aplicó el magnate en las últimas horas de su primer gobierno cuando limitó las transacciones financieras del régimen en ese territorio; por lo que ahora se prevé, según Reuters, que suspendan la restricción de recurrir a tribunales de EU para reclamar el decomiso de bienes. Con ello, el líder demócrata confía en diluir la crisis en la isla al fortalecer lazos y promover los derechos humanos en busca de que esa región responda con la excarcelación de quienes llevan años tras las rejas.
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Lo que tuvo impacto de inmediato, pues por la tarde el presidente Miguel Díaz-Canel adelantó en una acción “unilateral” la liberación de 553 acusados de “delitos graves”, lo que el medio crítico 14ymedio declaró es resultado de la negociación con el Vaticano, el primero que fue notificado según un comunicado de la Cancillería; acto por el que líderes y afectados estiman que quienes recuperen la libertad sean jóvenes detenidos en las mayores protestas en la isla en 2021.
Asimismo, el líder revolucionario agradeció que Cuba fuera eliminada de una lista en la que “nunca debió estar”, según un mensaje en X, pese a que EU lo acusó, en su momento, de albergar a fugitivos estadounidenses y rebeldes colombianos. Y éste aprovechó el proceso para arremeter nuevamente contra Washington al recriminar que, pese a este ajuste, persiste la asfixia económica.
En tanto, expertos en EU reconocen que ante el inminente retorno de Trump a la Casa Blanca la isla podría volver a dicha lista en el corto plazo, escenario en el que resalta que el próximo secretario de Estado, Marco Rubio, es descendiente de cubanos, lo que lo ha convertido en uno de los principales promotores de este tipo de sanciones contra un régimen por el que su familia dejó la isla en los 50.
