Bajo condiciones inusuales ante un clima congelante al aire libre de hasta menos tres grados centígrados en Washington, invitaciones a jefes de Estado y multimillonarios tecnológicos fuera de protocolo y la presencia de Joe Biden como líder saliente, Donald Trump regresó al poder para un segundo mandato.
A diferencia de hace cuatro años, el líder de mayor edad, pues superó por unos meses al último inquilino, cumplió con los protocolos. Tomó el té con su antecesor y la aún primera dama, Jill Biden, tras ser recibido junto a su esposa, Melania Trump, en las escalinatas de la mansión tras asistir a una ceremonia religiosa según el cronograma oficial.
Y tras una larga espera de cuatro años el primer líder convicto en la potencia tomó posesión como el presidente 47 de Estados Unidos tras ligeros retrasos entre tímidas ovaciones y aplausos hasta de rivales políticos. Ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, el magnate repitió una escena de su primera gestión en 2017 al juramentar sobre dos biblias —la misma del primer mandato y la que usó el exmandatario Abraham Lincoln en 1861—.
El juez agilizó el proceso sin esperar a la nueva familia presidencial. Hizo que el republicano repitiera las 38 palabras enmarcadas en la Constitución, pese a que la familia no estaba lista ni en posición.
Al percatarse de ello, Melania y Barron Trump, quienes le robaron los reflectores al aún presiente electo con un llamativo sombrero azul que le tapaba la cara e impidió que Trump le diera un beso por lo abultado y una altura que no pasó desapercibida (2.01 metros) al dejar atrás al pequeño que conoció al mundo hace años, se incorporaron rápidamente a la espalda del empresario que enfrentó varios juicios en plena campaña. Ya junto a él Melania sostuvo las sagradas escrituras, pero que no tocó el magnate ante la confusión y celeridad, pero levantó la mano derecha para tal protocolo.
En tanto, sus otros hijos Donald Jr., Eric, Ivanka y Tiffany, y sus respectivas parejas, lo alcanzaron sobre la marcha para atestiguar este segundo momento histórico, pues aunque no logró la ansiada reelección en 2020 sí retornó a un segundo mandato, lo que sus simpatizantes celebraron con cuatro años de tardanza, pues en 2021 ni su partido ni MAGA —Make America Great Again— lograron revertir su derrota, tema en el que el nuevamente jefe de Estado aludió a que fue víctima de un supuesto amaño, aunque sigue sin presentar pruebas que demuestren un fraude.
Antes que él asumió su nueva función el número dos de EU, JD Vance, quien optó por una Biblia que le regaló su bisabuela,de acuerdo con la prensa, para dar el paso histórico junto a su esposa, Usha Vance, y su inquieta hija al convertirse en el más joven en dicho puesto.
Ya como Ejecutivo federal, Donald Trump, quien recordó que en julio pasado sobrevivió a un intento de asesinato al recibir un disparo en la oreja derecha, emitió su discurso inaugural por media hora, a la espera de otros mensajes por la noche y en los que abarcó temas que evitó mencionar en el mensaje inaugural.
Entre promesas y adelantos de una nueva gestión “dorada” y de prosperidad para todas las razas, el político de 78 años aprovechó para desglosar los lineamientos de gobierno y el aluvión de órdenes ejecutivas sobre migración y seguridad nacional, así como para lanzar críticas a la administración de Joe Biden y Kamala Harris, al avivar roces de la campaña y asestar otra vez que revertiría el “declive” que heredó con un llamado de unidad, pese a la confrontación política.
Mensaje que siguieron muy atentos en primera fila los aludidos mientras Trump alardeó que va por una reconstrucción nacional e internacional.
Asimismo, el nuevo inquilino de la Casa Blanca reivindicó sus planes expansionistas sobre el canal de Panamá y el golfo de México al renombrar a éste último como “golfo de América”, lo que provocó gestos de la ahora ex número dos y quien fue derrotada el pasado 5 de noviembre.
Pero no fue la única captada con ciertos desplantes. La también excandidata presidencial Hillary Clinton no pudo controlar su risa ante comentarios de política exterior. Y el exmandatario Barack Obama fue captado mientras sugería a George W. Bush hacer algo para evitar tal acto, según una experta en lectura de labios, pues el mensaje no se escuchó en una escena que reunió a los últimos expresidentes del país por segunda vez en lo que va del año, pues justamente semanas antes rindieron honores a Jimmy Carter en un funeral de Estado en la Catedral de Washington.
Y también llamaron la atención los otros invitados del republicano en el ala derecha del recinto.
Ahí se observó muy sonrientes y detrás de la familia a los principales CEO tecnológicos y multimillonarios de la potencia, como Elon Musk, dueño de X y futuro titular del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE); Mark Zuckerberg, de Facebook; Jeff Bezos, de Amazon; Tim Cook, de Apple; Sundar Pichai, de Google, y Shou Zi Chew, de TikTok, tras la salvada de último momento.
El que más llamó la atención fue Musk, pues el presidente le dedicó un importante mensaje. Destacó que en breve enviarán a astronautas para colocar la bandera estadounidense en Marte, en alusión a su firma SpaceX y el papel clave que jugará en el gabinete, pues quedará en solitario, ya que Vivek Ramaswamy optó por buscar la candidatura por el gobierno de Ohio. Aunque no se salvó de las polémicas al viralizarse un gesto de agradecimiento con la mano en alto, lo que la población rápidamente vinculó con el saludo nazi y su afinidad con partidos de extrema derecha justamente en Alemania.
Más tarde, Trump improvisó en nuevos mensajes tras las firmas de la conformación oficial de su gabinete y órdenes ejecutivas en el Despacho Oval y el Capital One Arena, último punto donde encabezó su primer mitin y hasta lanzó bolígrafos a la multitud que lo ovacionó por sus promesas como el cierre inmediato de la frontera para lanzar la mayor deportación masiva de EU el mismo día en que aseguró que habrá prosperidad para todos, pese a demostrar nuevamente a la comunidad migrante al cerrarle las puertas.
También destacan sus apuestas arancelarias contra socios para recuperar la supuesta grandeza, revertir la inflación y otros planes “terribles” de Biden, el reconocimiento sólo de dos géneros en el país en un frontal desplante a la agenda “progre” y los derechos de la comunidad trans, la reintegración de militares cesados por rechazar vacunarse contra el Covid e indultos a los insurrectos, tema en el que no pareció coincidir JD Vance.
Y casi al cierre de esta edición encabezó otro mensaje a la nación en el que resumió otra vez sus prioridades. Antes de los bailes previstos para cerrar la noche reconoció uno a uno a sus hijos y aliados por su participación en la campaña, momento en el que Barron Trump, de 18 años, fue ovacionado cuando su padre destacó lo clave que fue en la contienda ante lo que éste se puso de pie e imitó movimientos de su padre como el característico puño en alto y hasta colocarse la mano en la oreja para escuchar y alentar a la multitud en el Capital One Arena.
Ahí, el presidnete reivindicó que todos hicieron una gran trabajo que se reflejó en un voto histórico para “salvar” al país y recriminó la última acción de Biden por indultar a su familia lo que consideró un acto de “culpabilidad”.
