El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, y el jefe del Comando Sur, Yaron Finkelman, renunciaron a sus cargos ante la pesada losa del fracaso durante la masacre del 7 de octubre del 2023.
Con la tregua en marcha para recuperar a más de 90 rehenes en poder de Hamas, el general de mayor rango en la nación declaró que dejará el cargo el próximo 6 de marzo, fecha en el que podría concluir la primera fase del alto al fuego y la liberación de 33 cautivos, al recalcar en una carta que no seguirá tras las fallas en seguridad e Inteligencia que derivaron en el peor ataque de terroristas que irrumpieron por aire, mar y tierra.
Su decisión llega ante un escenario favorable para Medio Oriente, pues admitió que la mayoría de enemigos del “eje del mal” están debilitados, lo que coloca a Tel Aviv en cierta ventaja; ello recuerda que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseveró que, aunque cesaron las hostilidades en Gaza, sus tropas están listas para responder ante cualquier agresión o violación al acuerdo mediado por Estados Unidos, Egipto y Qatar y ayer éstas lanzaron ofensivas en Cisjordania.
Y tras la medida a la que se sumó Finkelman, al asumir los errores que costaron cientos de vidas, el ministro de Defensa, Israel Katz, aceptó las respectivas renuncias. Por separado, las familias afectadas y que esperan por el retorno de sus seres queridos advierten que son más los involucrados que deberían dejar sus puestos tras la tragedia y duras críticas a funcionarios por bloquear repetidamente los intentos de tregua en los que pudieron recuperar a más rehenes.