Donald Trump, presidente de Estados Unidos, no quita la presión sobre sus socios comerciales y un día después de asumir el poder ratificó que impondrá aranceles a China, en una acción similar que declaró ante México y Canadá.
En conversación con periodistas de la Casa Blanca, ante el cúmulo de órdenes ejecutivas, el mandatario adelantó “estamos hablando de un arancel de 10 por ciento”, estimación que se basó en la postura contra los vecinos del norte y sur, a los que responsabiliza de la crisis de fentanilo en la potencia.
Prevé que estas condiciones entren en vigor el próximo 1 de febrero, tema que ya anticipaba Beijing, pues ayer mismo, antes de estas nuevas declaraciones, el vice primer ministro oriental, Ding Xuexiang, reiteró desde el Foro Económico Mundial de Davos que en una guerra comercial “no hay ganadores”.
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Postura que ya había asestado el régimen oriental, pero se mostró abierto al diálogo y tres días antes de la transición en la potencia el líder chino, Xi Jinping, charló vía telefónica con el conservador conocido por usar los aranceles para de-sestabilizar a sus rivales; escenario en el que el oriental ya mueve sus fichas, pues se reportó que ayer sostuvo una llamada para abordar temas de interés común y sobre el mundo multipolar con su homólogo ruso, Vladimir Putin, a quien Donald Trump no descarta sancionar si se resiste a negociar el fin de la guerra con Ucrania, que está por cumplir tres años.
Y destaca que las amenazas arancelarias ya desataron más roces con Canadá, pues el aún primer ministro, Justin Trudeau, se dijo listo para responder al plan unilateral del magnate con quien ya coincidió en su primer mandato al renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y quien insiste en actuar de manera gradual con impuestos si no respaldan su postura en seguridad.
Al advertir que sus declaraciones sólo han generado incertidumbre en la región, el premier que recientemente renunció al liderazgo de su partido, a la espera de ser sustituido, dijo que para enfrentar tales amagos “todo está sobre la mesa”, anticipando que igualarán “dólar por dólar” el planteamiento de un socio al que le interesan insumos canadienses clave, como el acero y el aluminio y otros materiales básicos, enmarcando una respuesta más frontal, pues no se dejará intimidar.
Acción que líderes locales reforzaron, pues el primer ministro de Ontario, Doug Ford, advirtió que si EU los intenta golpear esa nación también “va a sentir el dolor” al referir que no serán parte del juego del rival; mientras que la también premier de Alberta, Danielle Smith, indicó que sabrán negociar, pues cuentan con recursos esenciales para el vecino por lo que no se cederán ante amenazas repetitivas.
