Donald Trump invitó a socios y a empresas globales a fabricar en Estados Unidos, durante su primer evento mundial tras su retorno al poder, con la advertencia de que quien no lo haga deberá atenerse a la imposición de aranceles, tema con el que ya ha amagado repetidamente a México, Canadá y China.
Desde el Foro Económico Mundial en Davos y de manera virtual, el magnate dio un manotazo en el escenario económico-comercial al anticipar consecuencias para quienes no acepten mover sus producciones a la potencia.
“Si no fabrican sus productos en Estados Unidos tendrán que pagar un arancel”, asestó ante aliados sin especificar monto, pero enfatizando que su gobierno es uno de los que cobra impuestos muy bajos y que el Congreso prevé reducirlos aún más, escenario que reconoció que beneficiará para atraer al mercado y a la vez recaudar más para fortalecer a uno de las principales economías del mundo.
Con lo que aumenta una vez más incertidumbre, pues en sus primeros días de vuelta en la Casa Blanca ya dejó entrever estas medidas al declarar que comenzará con un 10 por ciento de aranceles con China, mientras que en el caso de sus vecinos del norte y del sur va por hasta 25 por ciento ante amenazas a la seguridad como la migración y el flujo de fentanilo.
Pero esta vez arremetió contra sus socios en la Unión Europea (UE) al insistir que muchos gobiernos han abusado de Estados Unidos y que dicha región los trata injustamente. En una breve charla con el presidente y director ejecutivo de Blackstone Group, Stephen Schwarzman, recriminó que dichas naciones no adquieren sis productos, pero sí envían los suyos por millones al poner como ejemplo el caso de los automóviles, escenario que admitió no tiene contento a nadie en referencia a los multimillonarios y dueños de las más grandes empresas y redes sociales del país, quienes fueron vistos como invitados especiales a su investidura el pasado 20 de enero y han sido sancionados por Europa, como el caso de Apple y Google.
Asimismo, Donald Trump dijo que buscará más cambios al apuntar a los precios del petróleo, pues aseveró frente a los asistentes al evento en Suiza que pedirá “a Arabia Saudita y a la OPEP que bajen el precio del petróleo”, al reconocer que ello tendrá un impacto positivo a nivel mundial incluso en el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania, poco después de presumir ante la comunidad global que por segunda vez sacó a la nación del Acuerdo de París, como negacionista del cambio climático.
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FGR