La Corte Penal Internacional (CPI) solicitó la aprehensión de líderes del talibán en Afganistán por el delito de “persecución de género” sin precedentes en la región.
A más de tres años del retorno de este grupo islámico, derivado de la salida de las tropas de Estados Unidos en 2021, el fiscal especial Karim Khan promovió una acción penal contra el líder supremo, Hibatulá Akhundzada, y el presidente de la Corte, Abdul Hakim Haqqani, como principales responsables de la represión y visión “ultrarrigorista” contra mujeres y niñas.
Según las investigaciones, desde los primeros días de Gobierno Talibán se arrebató a ese sector el derecho a la educación, a la libertad de expresión y hasta la libre circulación al restringirles el paso a escuelas, parques o gimnasios, pese a que había disposiciones de apertura, lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó como apartheid.
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Y destaca que el mismo fiscal que promovió una orden de captura por supuesto genocidio contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se lanzó duramente contra los llamados fundamentalistas al sentenciar que no hay justificación para su postura radical e inflexible.
Incluso, éste recriminó la interpretación que se hace de la ley islámica sólo para castigar y someter a las mujeres al apagar su voz y alejarlas del espacio público; por ello, adelantó que el caso sigue abierto, lo que da señales de que buscarán más sanciones y órdenes de captura contra mandos islámicos, lo que ya aplauden asociaciones civiles para recuperar la participación de las mujeres.