Agentes migratorios ampliaron las redadas en Estados Unidos contra indocumentados con antecedentes penales al apuntar a Nueva York, ciudad santuario, luego de despliegues en Chicago, como parte de las nuevas políticas del presidente Donald Trump.
La madrugada de ayer, personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) encabezó operativos relámpago en la Gran Manzana, en específico en el Bronx, para capturar a “invasores” y candidatos a deportar, según lo estipulado por el magnate en sus órdenes ejecutivas.
Esta vez fueron liderados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y su titular, Kristi Noem, a quien se le vio con chaleco antibalas y la leyenda “Policía ICE”, mientras que efectivos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Buró Federal de Investigación (FBI), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la Administración de Control de Drogas (DEA) y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) inspeccionaban departamentos de “criminales violentos”.
Medios del país detallaron el ingreso de oficiales fuertemente armados a inmuebles o escondites, incluso con apoyo de palancas, y el traslado de sospechosos esposados, ante lo que la integrante del gabinete reveló que atraparon a varios, entre ellos un extranjero acusado de “secuestro asalto y robo”.
Aunque no se reveló su identidad, el New York Post publicó que era Anderson Zambrano-Pacheco, un líder del cártel venezolano Tren de Aragua e invasor de casas, acusado de posesión ilegal de un arma y un tiroteo en Aurora, Colorado, al tiempo que el diario The Washington Post precisó que aprehendieron a dos cómplices, alguien buscado por la Interpol y un yemení acusado de actos terroristas.
Con ello, el DHS ratifica su compromiso para “limpiar” las calles de los llamados “invasores”, proceso en el que el alcalde Eric Adams ofreció respaldo al zar fronterizo, Tom Homan, hace semanas, y ayer lo reafirmó para llevar a éstos “ante la justicia”, según un comunicado tras las redadas de ayer, alrededor de las 06:00 horas.
Kristi Noem publicó en tiempo real tal resultado en X al mostrar sujetos esposados, según fotos y videos, y afirmar “seguiremos eliminando a este tipo de sinvergüenzas”, lo que contrasta con las prácticas de ICE, que espera para compartir en redes sociales sus acciones para evitar obstrucciones. Y reivindicó que hacen lo que ordenó Trump y la gente los apoya para dar seguridad a sus vecindarios.
Lo ocurrido muestra que aceleran las detenciones, según reportes sobre la imposición de una cuota para alcanzar mil 500 capturas al día, versión que desmintió uno de los voceros del conservador, Steven Cheung, quien insistió que la prioridad es acabar con la migración.
Y NBC News añadió que la Casa Blanca busca ampliar las redadas al apuntar a un ritmo más rápido con acciones simultáneas en hasta tres zonas de la potencia, por lo que la prensa pone la mira en Atlanta (Georgia), Boston (Massachusetts), Los Ángeles (California) y Nueva Orleans (Louisiana) como próximos.
Por separado, Texas dejó en claro su lealtad para dar forma a esta política antimigrante al redoblar los despliegues de fuerzas tácticas para rastrear y detener a ilegales junto a agencias de la Federación.
El gobernador Greg Abbott dijo que tan sólo en la entidad fronteriza hay cinco mil 400 “criminales ilegales” con órdenes de arresto al recalcar que irán tras cada uno de los delincuentes identificados para cumplir la ley, como dijo Donald Trump en su investidura tras criticar la postura de su antecesor, Joe Biden.
