Una falla eléctrica sin precedentes dejó a oscuras a millones de personas en España y Portugal, ayer, lo que provocó una parálisis total de servicios esenciales, afectaciones hospitalarias, cortes de telecomunicaciones y graves alteraciones en el transporte público. El fenómeno, considerado el mayor apagón en la historia reciente de la Península ibérica, se extendió brevemente hasta el sur de Francia.
El incidente comenzó a las 10:33 horas, desconectó infraestructuras críticas como semáforos, trenes y redes móviles. Madrid, Lisboa, Oporto y otras ciudades enfrentaron horas de caos: tráfico descontrolado, ascensores detenidos, supermercados abarrotados y líneas de metro colapsadas. Ante la emergencia, el Ministerio del Interior español declaró el estado de emergencia nacional, movilizando a 30 mil policías en todo el país para garantizar la seguridad.
- El Dato: España depende de fuentes renovables: la energía eólica y solar aportan el 43% de su producción, la nuclear el 20% y los combustibles fósiles 23%.
De forma simultánea, los gobiernos de España y Portugal celebraron reuniones extraordinarias para coordinar acciones. Andalucía, Extremadura y Madrid solicitaron activar el nivel 3 de emergencia de protección civil, medida que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprobó de inmediato. En conferencia de prensa, Sánchez detalló que España perdió 15 gigavatios de generación eléctrica en apenas cinco segundos, equivalente al 60% de su demanda nacional. “Nunca habíamos experimentado algo de esta magnitud”, reconoció.
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En tanto, los operadores de red, Red Eléctrica de España (REE) y Red Eléctrica Nacional (REN) de Portugal, señalaron que la interrupción se debió a grandes fluctuaciones de voltaje en el sistema español, que desencadenó un efecto dominó. REE explicó que el colapso tuvo su origen en la interconexión eléctrica con Francia. Eduardo Prieto, portavoz de la compañía, indicó que la magnitud de la pérdida superó la capacidad de respuesta automática de los sistemas europeos.
En medio de las especulaciones, autoridades portuguesas descartaron un ciberataque. Esta postura fue respaldada por el Centro Nacional de Ciberseguridad y por Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea, quien calificó el suceso como “uno de los episodios más serios de la infraestructura energética europea en décadas”. No obstante, Pedro Sánchez sostuvo comunicación con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para intercambiar información y evaluar riesgos potenciales de sabotaje.
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Para mitigar la crisis, Francia envió 2,000 megavatios de electricidad a España a través de las interconexiones de Cataluña y el País Vasco, lo que permitió el inicio de la recuperación del suministro. Según datos oficiales, cinco minutos después del apagón, el consumo eléctrico español se desplomó un 40%. Hacia las 20:50 horas locales, cerca del 63% del servicio se había restablecido, sobre todo en el norte y el sur del país, mientras que la región central, incluyendo Madrid, enfrentaba cortes intermitentes.
El restablecimiento total de la electricidad, advirtió Sánchez, podría tardar hasta diez horas después del incidente.
