En 2020, la propagación del COVID-19 afectó de manera negativa a las niñas y las mujeres, pues se entorpeció el cumplimento de los objetivos que estaban planteados por la ONU, sobre la eliminación de prácticas como la mutilación genital femenina.
Ya que debido a la crisis que trajo consigo el COVID-19, muchos países han experimentando una "crisis dentro de una crisis", provocando así un aumento de la mutilación genital femenina.
El 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, sin embargo de acuerdo con las Naciones Unidas, se calcula que solo en 2021, 4,16 millones de niñas están en riesgo de sufrir esta práctica que lesiona los órganos genitales femeninos.
"La mutilación genital femenina es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas", indica el sitio web oficial de las Naciones Unidas.
De acuerdo con la fuente citada, 30 países donde prevalece la mutilación genital femenina, están experimentando crecimiento poblacional alto y "en ellos, al menos el 30% de la población femenina son menores de 15 años".
Ante esto, las Naciones Unidas hicieron un llamado a la población mundial para que "reimaginen un mundo que permita a las niñas y mujeres tener voz, elección y control sobre sus propias vidas".