El pasado lunes 7 de noviembre, el Ministerio de Salud de Singapur anunció que toda persona "no vacunada por voluntad propia" contra el COVID-19, ahora será responsable de pagar sus propias facturas médicas.
"Comenzaremos a cobrar a los pacientes de COVID-19 que no estén vacunados por elección", esto será a partir del 8 de diciembre, dijo Ong Ye Kung, ministro de salud del país en un comunicado.
"Aquellos que no sean elegibles para las vacunas estarán exentos de la regla", por lo que los niños menores de 12 años y las personas con ciertas afecciones médicas no tienen de que preocuparse.
"Las personas no vacunadas constituyen una mayoría considerable de las que requieren atención hospitalaria intensiva y contribuyen de manera desproporcionada a la presión sobre nuestros recursos de atención médica", dijo el ministro de salud.
"De alrededor de 280 camas de cuidados intensivos para pacientes con COVID, 134 están ocupadas y la mayoría se encuentran entre los que no están vacunados", mencionó un ministro de estado, Janil Puthucheary, en una conferencia de prensa.
"Tenemos que seguir tratando de mantener este número lo más pequeño posible", dijo, ya que los trabajadores de la salud "continúan presionados".
Singapur tiene un sistema de atención médica universal pero privatizado, y el gobierno proporciona una escala móvil de subsidios para los costos de atención médica en función de los niveles de ingresos.
Para el COVID-19, el país asiatico hizo una excepción, pagando la factura de todos los costos médicos relacionados con ésta enfermedad.
LP