El Ártico enfrenta un acelerado calentamiento, casi cuatro veces mayor, superando las predicciones de más de 40 años, causando más desprendimientos de glaciares.
Científicos de las revistas Communications Earth & Enviroment y Nature señalaron que el fenómeno conocido como amplificación se ha acelerado y la temperatura subió 3.9 veces más rápido en comparación con el resto del planeta, según datos de entre 1979 y 2021, lo que creían un escenario improbable.
Este aumento se relaciona con la su-bestimación de las temperaturas en la zona históricamente más afectada por el clima debido a que se miden por igual las variaciones,sin tomar en cuenta el efecto.
La información publicada ayer, basada en mediciones satelitales, de radares y láser, expone que tan sólo en los últimos años el Círculo Polar rebasó su temperatura por 0.7 grados, mientras que la del planeta sólo creció 0.2, menos de la tercera parte de la Antártida, evidenciado la diferencia por las variables.
Así, el deshielo avanza drásticamente en una región que ha triplicado la temperatura promedio; sin embargo, los especialistas, respaldados por la NASA, reconocen que se trata de otro llamado de atención para revertir la crisis climática.
Ante estos cambios se demuestra que el Ártico “es más sensible al calentamiento global de lo que se pensaba”, reveló el científico y uno de los encargados del estudio, Mika Rantanen, del Instituto de Meteorología de Finlandia, respecto a las estimaciones de modelos informáticos, lo que se relaciona directamente con las olas de calor extremo que han registrado varias regiones de la Tierra y la pérdida de hielo marino.
Y el científico de Centro Ambiental Noruego, Richard Davy, precisó que la situación avanza mucho más rápido que cualquier proyección, por lo que enfatizó que esta revelación podría convertirse en un aliciente para impulsar acciones climáticas, ante el crecimiento de la contaminación, que es causada por el hombre.
Esto apunta a una situación más urgente que las últimas estimaciones, por fenómenos como inundaciones, incendios y sequías, pues el Ártico es una de las zonas con cambios más severos, justo a unas semanas de que el planeta registrara temperaturas récord.
Por ello, los científicos estiman que se requiere un ajuste en los modelos futuros, pues las actuales mediciones se están quedando cortas en comparación con la realidad, lo que hace imposible actuar a tiempo, pues reconocen que aún se subestima el impacto del cambio climático, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) urgió hace unos meses a los gobiernos a atender las recomendaciones de la Agenda 2030 para detener el calentamiento global.
Y es que a consecuencia de estas temperaturas las paredes y placas de hielo se debilitan y pierden masa, provocando el desprendimiento de icebergs, que al avanzar a los océanos elevan el nivel del mar, agravando fenómenos potencialmente mortales, en referencia a huracanes y otros desastres que expertos de la ONU admiten serán cada vez peores por este cambio climático.
Según las publicaciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente en poco más de dos décadas se duplicó la pérdida de hielo, al pasar de seis a 12 billones de toneladas métricas de 1997 a la fecha.
Y en la zona occidental del planeta se ha detectado un mayor crecimiento del agua por las capas de hielo desprendidas, de las que al menos la mitad se deben a factores internos. La zona es prácticamente un océano, es decir, cuando el hielo se derrite, éste incrementa de manera importante el calentamiento, pues absorbe el calor del sol en vez de reflejarlo, desestabilizando la corriente polar.
Aunque no queda claro cómo avanza este desprendimiento de grandes bloques de hielo del llamado”refrigerador del mundo”, la nueva información evidencia que continuará sin freno por hasta 20 años más.
Las nuevas aportaciones también ponen en duda las mediciones para calcular cuánto subirá el nivel del mar por el deshielo, ya que ante el acelerado calentamiento las predicciones podrían quedar rebasadas rápidamente. Los investigadores indicaron que los bordes de capas de hielo se desprenden cada vez más pronto, y ésta es más difícil de reemplazar por las condiciones climáticas.
Al respecto, en Estados Unidos mencionan como ejemplos recientes del impacto, pues en los últimos meses han ocurrido olas de calor extremo, incendios forestales y un acelerado deshielo, esto último en Canadá, Groenlandia, Escandinavia y Siberia, punto en el que las temperaturas podrían ser hasta siete veces peores.
lemm.