El periodista estadounidense Seymour Hersh afirmó en su sitio web que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió sabotear los gasoductos de Nord Stream luego de más de nueve meses de conversaciones secretas con el equipo de seguridad nacional.
En información recogida por la agencia Sputnik, señaló que, durante los ejercicios Baltops de la OTAN, en el verano del 2022, buzos estadounidenses colocaron explosivos activados por control remoto bajo los Nord Stream que tres meses después fueron activados por los noruegos y afectaron tres de los cuatro gasoductos.
Asimismo, señaló que el 26 de septiembre del 2022, un avión de la marina noruega lanzó una boya hidroacústica que se utilizó para detonar los artefactos explosivos.
“La decisión de Biden de sabotear los gasoductos estuvo precedida por nueve meses de discusiones altamente secretas en el seno de la comunidad de seguridad nacional de Washington”, escribió en su sitio web el comunicador, ganador del Premio Pulitzer por su reportaje sobre la matanza de My Lai, Vietnam, en 1968.
También señaló que la cuestión principal en los debates sobre el sabotaje era cómo no dejar pruebas, por lo que los preparativos fueron coordinados por el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, quien convocó a un equipo interinstitucional para desarrollar un plan.
“Sullivan tuvo la intención de que el equipo presentara un plan para la destrucción de los dos gasoductos Nord Stream (…) cumpliendo con los deseos del presidente (Biden)”, mencionó.
Según la publicación, la marina estadounidense propuso utilizar un submarino para atacar los gasoductos, mientras que la fuerza aérea planteó el uso de bombas de detonación remota.
Sin embargo, el periodista también indicó que la Casa Blanca y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) han calificado de mentira los informes sobre la implicación de Washing-ton en el sabotaje.
“Cuando se le pidió un comentario, Adrienne Watson, portavoz de la Casa Blanca, dijo en un correo electrónico: ‘Esto es una mentira y una completa invención’. Tammy Thorpe, portavoz de la Agencia Central de Inteligencia, escribió algo similar: ‘Esta acusación es totalmente falsa’”, manifestó.
Horas más tarde, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que Rusia señaló en varias ocasiones la posible implicación de países de Occidente en el atentado contra los gasoductos y que es la Casa Blanca la que debería comentar ahora la investigación de Hersh.
A través de su cuenta de Telegram, la funcionaria acusó a Dinamarca, Alemania y Suecia de ser renuentes en realizar una investigación abierta, así como de oponerse a la participación de Moscú.
De acuerdo con la vocera, Rusia constató en varias ocasiones la intención de Estados Unidos y la OTAN de destruir la infraestructura civil a través de la cual Europa recibía los recursos energéticos que le proveía.